Fundar 492 Resultados para: Altar de Incienso en la Biblia

  • Postrados al pie del altar, le pedían que se mostrara propicio con ellos, haciéndose enemigo de sus enemigos y adversario de sus adversarios, como lo declara la Ley. (II Macabeos 10, 26)

  • Esto le sucedió con toda justicia; en efecto, aquel que había perpetrado tantos crímenes contra el altar, cuyo fuego y ceniza son sagrados, encontró él mismo la muerte en la ceniza. (II Macabeos 13, 8)

  • Un cierto Álcimo, que antes había sido Sumo Sacerdote, pero que se había contaminado voluntariamente en el tiempo de la ruptura con el paganismo, comprendiendo que él ya no podía rehabilitarse ni acceder al altar sagrado, (II Macabeos 14, 3)

  • él, extendiendo la mano derecha hacia el Santuario, pronunció este juramento: "Si no me entregan prisionero a Judas, arrasaré este recinto consagrado a Dios, derribaré el altar y levantaré aquí mismo un espléndido templo a Dionisos". (II Macabeos 14, 33)

  • Al llegar allí, convocó a sus compatriotas y a los sacerdotes, se puso delante del altar y mandó buscar a los de la Ciudadela. (II Macabeos 15, 31)

  • Coro: ¿Qué es eso que sube del desierto, como una columna de humo, perfumada de mirra y de incienso y de todos los perfumes exóticos? (Cantar 3, 6)

  • Antes que sople la brisa y huyan las sombras, iré a la montaña de la mirra, a la colina del incienso. (Cantar 4, 6)

  • nardo y azafrán, caña aromática y canela, con todos los árboles de incienso, mirra y áloe, con los mejores perfumes. (Cantar 4, 14)

  • Tú me ordenaste construir un Templo sobre tu santa montaña y un altar en la ciudad donde habitas, réplica del santo Tabernáculo que habías preparado desde el principio. (Sabiduría 9, 8)

  • porque muy pronto un hombre irreprochable salió en su defensa, con las armas de su propio ministerio: la oración y el incienso expiatorio. Él afrontó la cólera divina y puso fin a la calamidad, demostrando así que era tu servidor. (Sabiduría 18, 21)

  • Yo exhalé perfume como el cinamomo, como el aspálato fragante y la mirra selecta, como el gálbano, la uña aromática y el estacte, y como el humo del incienso en la Morada. (Eclesiástico 24, 15)

  • Cuando la ofrenda del justo engrasa el altar, su fragancia llega a la presencia del Altísimo. (Eclesiástico 35, 5)


“O mal não se vence com o mal, mas com o bem, que tem em si uma força sobrenatural.” São Padre Pio de Pietrelcina