Fundar 704 Resultados para: elección de la mejor parte
Todo el mundo gritaba al mismo tiempo, ya que la confusión reinaba en la concurrencia, y la mayor parte ni siquiera sabía por qué se había reunido. (Hechos 19, 32)
Ahora los encomiendo al Señor y a la Palabra de su gracia, que tiene poder para construir el edificio y darles la parte de la herencia que les corresponde, con todos los que han sido santificados. (Hechos 20, 32)
Pónganse de acuerdo con el Sanedrín, y propongan al tribuno que lo haga comparecer delante de ustedes con el pretexto de examinar más exactamente su causa; nosotros, por nuestra parte, estaremos preparados para matarlo en el camino». (Hechos 23, 15)
Yo, por mi parte, consideraba que debía combatir por todos los medios el nombre de Jesús de Nazaret. (Hechos 26, 9)
para que les abras los ojos, y se conviertan de las tinieblas a la luz y del imperio de Satanás al verdadero Dios, y por la fe en mí, obtengan el perdón de los pecados y su parte en la herencia de los santos". (Hechos 26, 18)
y como el puerto no se prestaba para invernar, la mayoría opinó que era mejor partir y llegar cuanto antes a Fenice, un puerto de Creta que mira hacia el suroeste y el noroeste, para pasar allí el invierno. (Hechos 27, 12)
mejor dicho, a fin de que nos reconfortemos unos a otros, por la fe que tenemos en común. (Romanos 1, 12)
tú que dices conocer su voluntad e, instruido por la Ley, pretendes discernir lo mejor, (Romanos 2, 18)
Antes que nacieran los niños, antes que pudieran hacer el bien o el mal -para que resaltara la libertad de la elección divina, (Romanos 9, 11)
Hermanos, no quiero que ignoren este misterio, a fin de que no presuman de ustedes mismos: el endurecimiento de una parte de Israel durará hasta que haya entrado la totalidad de los paganos. (Romanos 11, 25)
Ahora bien, en lo que se refiere a la Buena Noticia, ellos son enemigos de Dios, a causa de ustedes; pero desde el punto de vista de la elección divina, son amados en atención a sus padres. (Romanos 11, 28)
Y en otra parte está escrito: Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber. Haciendo esto, amontonarás carbones encendidos sobre su cabeza. (Romanos 12, 20)