Fundar 979 Resultados para: historia de David

  • Allí cayeron unos quinientos hombres del ejército de Nicanor, y los demás huyeron a la Ciudad de David. (I Macabeos 7, 32)

  • En su tiempo y bajo su conducción, se logró expulsar a los extranjeros del país, en especial, a los que se encontraban en la Ciudad de David, en Jerusalén. Allí habían construido una Ciudadela, de la que salían para profanar los alrededores del Santuario causando graves ultrajes a su santidad. (I Macabeos 14, 36)

  • Los mismos hechos se narraban en los archivos y en las Memorias de Nehemías, donde se relataba, además, cómo este fundó una biblioteca, en la que reunió los libros que tratan de los reyes, los libros de los profetas y los de David, así como también las cartas de los reyes sobre las ofrendas. (II Macabeos 2, 13)

  • La historia de Judas Macabeo y sus hermanos, de la purificación del gran Templo y de la dedicación del altar, (II Macabeos 2, 19)

  • En efecto, teniendo en cuenta la enorme cantidad de cifras y la dificultad que encuentran, por la amplitud de la materia, los que desean sumergirse en los relatos de la historia, (II Macabeos 2, 24)

  • Comencemos, entonces, la narración sin alargar tanto los preliminares, porque sería absurdo extenderse en la introducción y ser breve en la historia misma. (II Macabeos 2, 32)

  • Proverbios de Salomón, hijo de David, rey de Israel, (Proverbios 1, 1)

  • Palabras de Cohélet, hijo de David, rey en Jerusalén. (Eclesiastés 1, 1)

  • Tu cuello es como la torre de David, construida con piedras talladas: de ella cuelgan mil escudos, toda clase de armaduras de guerreros. (Cantar 4, 4)

  • Hubo también una alianza con David, hijo de Jesé, de la tribu de Judá; pero esa herencia real pasa del padre a uno solo de sus hijos, mientras que la de Aarón pasa a toda su descendencia. (Eclesiástico 45, 25)

  • Después de él surgió Natán, para profetizar en tiempos de David. (Eclesiástico 47, 1)

  • Como se aparta la grasa del sacrificio de comunión, así fue elegido David entre los israelitas. (Eclesiástico 47, 2)


“Mantenha-se sempre muito unido à Igreja Católica, pois somente ela pode lhe dar a verdadeira paz, porque somente ela possui Jesus Sacramentado que é o verdadeiro príncipe da paz.” São Padre Pio de Pietrelcina