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-aquí el sacerdote deberá conjurar a la mujer con el juramento imprecatorio- que el Señor haga de ti un ejemplo de maldición e imprecación en medio de tu pueblo, volviéndote estéril e hinchando tu vientre. (Números 5, 21)
Todos están aquí para entrar en la alianza del Señor, tu Dios, esa alianza corroborada con una imprecación, que el Señor, tu Dios, hoy hace contigo, (Deuteronomio 29, 11)
Esta alianza, corroborada con una imprecación, no la hago sólo con ustedes. (Deuteronomio 29, 13)
Porque si alguien, al oír los términos de esta imprecación, se congratula diciendo: "Todo me irá bien aunque persista en mi obstinación, ya que el terreno regado no tiene más sed", (Deuteronomio 29, 18)
Él dijo a su madre: "Esos mil cien siclos de plata que te quitaron, y por los que te oí proferir una imprecación, están en mi poder; yo te los quité, pero ahora te los devuelvo". Su madre exclamó: "¡Que el Señor te bendiga, hijo mío!". (Jueces 17, 2)
Los israelitas estaban exhaustos aquel día, porque Saúl había pronunciado sobre el pueblo esta imprecación: "Maldito el hombre que coma algo hasta la tarde, antes que me haya vengado de mis enemigos". Y nadie comió un solo bocado. (I Samuel 14, 24)
Cuando un hombre peque contra su prójimo, si se lo obliga a prestar el juramento imprecatorio, y él viene a pronunciar la imprecación ante tu altar, en esta Casa, (I Reyes 8, 31)
Cuando un hombre peque contra su prójimo, si se lo obliga a prestar el juramento imprecatorio, y él viene a pronunciar la imprecación sobre tu altar, en esta Casa, (II Crónicas 6, 22)
se unen a sus hermanos y a sus dignatarios, y se comprometen con imprecación y juramento a proceder según la Ley de Dios, que ha sido dada por medio de Moisés, el servidor de Dios, y a observar y practicar todos los mandamientos del Señor, nuestro Dios, sus normas y preceptos. (Nehemías 10, 30)
No, no dejé que mi boca pecara, pidiendo su muerte con una imprecación. (Job 31, 30)
Ustedes dejarán su nombre a mis elegidos para una imprecación: "¡Así te haga morir el Señor!". A mis servidores, en cambio, se los llamará con otro nombre. (Isaías 65, 15)
los perseguiré con la espada, el hambre y la peste, y haré de ellos un objeto de terror para todos los reinos de la tierra, una imprecación y un objeto de horror, de estupor y de escarnio en todas las naciones adonde los expulsaré, (Jeremías 29, 18)