Fundar 103 Resultados para: llevar las cargas

  • Aunque estoy al frente de numerosas naciones y soy el soberano de todo el mundo habitado, sin dejarme llevar por la arrogancia que da el poder, sino gobernando siempre con benevolencia y moderación he tratado de asegurar continuamente a mis súbditos una vida sin inquietudes, de convertir el reino en un lugar civilizado y transitable hasta sus últimos confines, y de hacer que reflorezca la paz tan ansiada por todos los hombres. (Ester 13, 2)

  • Ahora bien, al consultar a mis servidores sobre la manera de llevar a cabo este proyecto, Amán, ese hombre que se destaca entre nosotros por su prudencia, que ha dado pruebas constantes de sus buenos oficios y de su fidelidad inquebrantable, y que ha sido elevado a la segunda dignidad en el reino, (Ester 13, 3)

  • Mucha gente, cuanto más frecuentes son los honores que reciben de la extrema generosidad de sus bienhechores, tanto más se dejan llevar por el orgullo. Y no sólo tratan de perjudicar a nuestros súbditos, sino que también, no pudiendo soportar su descontento, conspiran contra sus mismos bienhechores. (Ester 16, 3)

  • Al recordar el pasado, me dejo llevar por la nostalgia: ¡cómo iba en medio de la multitud y la guiaba hacia la Casa de Dios, entre cantos de alegría y alabanza, en el júbilo de la fiesta! (Salmos 42, 5)

  • por eso los entregué a su obstinación, para que se dejaran llevar por sus caprichos. (Salmos 81, 13)

  • Al ver esto, Matatías se enardeció de celo y se estremecieron sus entrañas; y dejándose llevar por una justa indignación, se abalanzó y lo degolló sobre el altar. (I Macabeos 2, 24)

  • Al enterarse de su llegada, los mercaderes de la región se presentaron en el campamento con mucha plata y oro, y provistos también de cadenas para llevar como esclavos a los israelitas. A ellos se sumó un contingente de Siria y del país de los filisteos. (I Macabeos 3, 41)

  • Al mismo tiempo, le envió una vajilla de oro y un juego completo de mesa, autorizándolo a beber en copas de oro, a vestirse de púrpura y a llevar un prendedor de oro. (I Macabeos 11, 58)

  • A nadie del pueblo ni de los sacerdotes le estará permitido violar estas disposiciones, contradecir sus ordenes, celebrar asambleas en el país sin su autorización, vestir de púrpura o llevar un prendedor de oro. (I Macabeos 14, 44)

  • Se decía en el escrito cómo el profeta, advertido por un oráculo, mandó llevar con él la Carpa y el Arca, y cómo partió hacia la montaña donde Moisés había subido para contemplar la herencia de Dios. (II Macabeos 2, 4)

  • Tres años más tarde, Jasón envió a Menelao, hermano del ya mencionado Simón, para llevar el dinero al rey y también para gestionar algunos asuntos importantes. (II Macabeos 4, 23)

  • Así regresó provisto del mandato real, pero sin llevar consigo nada digno del sumo sacerdocio, sino más bien la furia de un cruel tirano y la violencia de una fiera salvaje. (II Macabeos 4, 25)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina