Fundar 23 Resultados para: perecer/page/1

  • Por eso el Señor no le dejó a Joacaz más que un ejército de cincuenta jinetes, diez carros de guerra y mil hombres de a pie. Porque el rey de Arám había hecho perecer a los demás, y los había reducido a polvo que se pisotea. (II Reyes 13, 7)

  • Toda la nación de los justos se estremeció: aterrorizados por su desgracia, ellos se dispusieron a perecer y clamaron a Dios. (Ester 11, 9)

  • "Muramos todos, decían, manteniendo nuestra integridad. El cielo y la tierra son testigos de que ustedes nos hacen perecer injustamente". (I Macabeos 2, 37)

  • Su fama llegó hasta los confines de la tierra, y congregó a los que estaban a punto de perecer. (I Macabeos 3, 9)

  • y, después de invocar a Dios, el justo Juez, se dirigió contra los asesinos de sus hermanos; incendió el puerto durante la noche, prendió fuego a las embarcaciones e hizo perecer a los que se habían refugiado allí. (II Macabeos 12, 6)

  • Den bebida fuerte al que va a perecer y vino al que está sumido en la amargura: (Proverbios 31, 6)

  • animales capaces, no sólo de destruirlos de un zarpazo, sino de hacerlos perecer con su aspecto terrorífico. (Sabiduría 11, 19)

  • a esos padres asesinos de seres indefensos, decidiste hacerlos perecer por las manos de nuestros padres, (Sabiduría 12, 6)

  • Como ellos habían resuelto hacer perecer a los hijos pequeños de los santos -y de los niños expuestos al peligro, uno solo se salvó- para castigarlos, tú les arrebataste un gran número de sus hijos y los hiciste perecer a todos juntos en las aguas impetuosas. (Sabiduría 18, 5)

  • No te pongas en camino con un aventurero, no sea que se convierta en una carga para ti, porque él obrará según su capricho y su locura te hará perecer junto con él. (Eclesiástico 8, 15)

  • a causa de los malos tratos infligidos a Jeremías: a él, que fue consagrado profeta desde el seno materno para desarraigar,destruir y hacer perecer, pero también para edificar y plantar. (Eclesiástico 49, 7)

  • ¿Por qué nos quedamos quietos? Reúnanse y entremos en las plazas fuertes para perecer allí, porque el Señor, nuestro Dios, nos hace perecer y nos da de beber agua envenenada, porque hemos pecado contra el Señor. (Jeremías 8, 14)


“Cada Missa lhe obtém um grau mais alto de gloria no Céu!” São Padre Pio de Pietrelcina