Fundar 313 Resultados para: sabiduría divina

  • Porque un hombre que ha trabajado con sabiduría, con ciencia y eficacia, tiene que dejar su parte a otro que no hizo ningún esfuerzo. También esto es vanidad y una grave desgracia. (Eclesiastés 2, 21)

  • Porque al que es de su agrado él le da sabiduría, ciencia y alegría; al pecador, en cambio, lo ocupa en amontonar y atesorar para dárselo al que agrada a Dios. También esto es vanidad y correr tras el viento. (Eclesiastés 2, 26)

  • No digas: "¿A qué se debe que el tiempo pasado fue mejor que el presente?". Porque no es la sabiduría la que te lleva a hacer esa pregunta. (Eclesiastés 7, 10)

  • La sabiduría vale tanto como una herencia y es provechosa para los que ven la luz del sol. (Eclesiastés 7, 11)

  • Porque estar a la sombra de la sabiduría es como estar a la sombra del dinero, y la ventaja de la ciencia es que la sabiduría hace vivir al que la posee. (Eclesiastés 7, 12)

  • La sabiduría hace más fuerte al sabio que diez magistrados de una ciudad. (Eclesiastés 7, 19)

  • Yo experimenté todo esto con sabiduría, pensando: "Voy a ser sabio". Pero ella está fuera de mi alcance: (Eclesiastés 7, 23)

  • Yo me dediqué con el mayor empeño a conocer, a explorar, y a buscar la sabiduría y la razón de las cosas y reconocí que la maldad es una insensatez, y la necedad, una locura. (Eclesiastés 7, 25)

  • ¿Quién es como el sabio y quién sabe interpretar los hechos? La sabiduría de un hombre ilumina su rostro, y así se transforma la aspereza de su semblante. (Eclesiastés 8, 1)

  • Cuando me dediqué a conocer la sabiduría y a ver la tarea que se realiza bajo el sol, sin que los ojos se entreguen al sueño ni de día ni de noche, (Eclesiastés 8, 16)

  • Todo lo que esté al alcance de tu mano realízalo con tus propias fuerzas, porque no hay obra, ni proyecto, ni ciencia, ni sabiduría, en el Abismo adonde tú irás. (Eclesiastés 9, 10)

  • También he visto bajo el sol un caso de sabiduría que considero realmente notable. (Eclesiastés 9, 13)


“Ouço interiormente uma voz que constantemente me diz: Santifique-se e santifique!” São Padre Pio de Pietrelcina