Fundar 362 Resultados para: siete

  • El primer día de cada mes ofrecerán al Señor, como holocausto, dos novillos, un carnero y siete corderos de un año y sin defecto. (Números 28, 11)

  • y el quince de ese mismo mes será un día de fiesta. Durante siete días comerán panes ácimos. (Números 28, 17)

  • Además presentarán, como ofrenda que se quema en holocausto al Señor, dos novillos, un carnero y siete corderos de un año y sin defecto. (Números 28, 19)

  • y una décima parte por cada uno de los siete corderos. (Números 28, 21)

  • Así lo harán cada uno de esos siete días. Es una ofrenda de alimentos, que se quema con aroma agradable al Señor, y se añade al holocausto perpetuo y a su oblación. (Números 28, 24)

  • También ofrecerán como holocausto de aroma agradable al Señor, dos novillos, un carnero y siete corderos de un año. (Números 28, 27)

  • y una décima parte por cada uno de los siete corderos. (Números 28, 29)

  • En él ofrecerán, como holocausto de aroma agradable al Señor, un novillo, un carnero y siete corderos de un año y sin defecto. (Números 29, 2)

  • y una décima parte por cada uno de los siete corderos. (Números 29, 4)

  • Además, ofrecerán al Señor, como holocausto de aroma agradable, un novillo, un carnero y siete corderos de un año y sin defecto, (Números 29, 8)

  • y una décima parte por cada uno de los siete corderos. (Números 29, 10)

  • El día quince del séptimo mes tendrán una asamblea litúrgica. No harán ninguna clase de trabajos y durante siete días seguidos celebrarán una fiesta de peregrinación en honor del Señor. (Números 29, 12)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina