Fundar 136 Resultados para: Daniel en el foso de los leones
Dirás: ¿Qué era tu madre? Una leona entre leones. Echada entre los leoncillos, criaba a sus cachorros. (Ezequiel 19, 2)
Andaba éste entre los leones, se hizo un león joven, aprendió a desgarrar su presa, devoró hombres; (Ezequiel 19, 6)
Entre ellos se encontraban Daniel, Ananías, Misael y Azarías, que eran judíos. (Daniel 1, 6)
El jefe de los eunucos les puso nombres nuevos: Daniel se llamaría Beltsassar, Ananías Sadrak, Misael Mesak y Azarías Abed Negó. (Daniel 1, 7)
Daniel, que tenía el propósito de no mancharse compartiendo los manjares del rey y el vino de su mesa, pidió al jefe de los eunucos permiso para no mancharse. (Daniel 1, 8)
Dios concedió a Daniel hallar gracia y benevolencia ante el jefe de los eunucos. (Daniel 1, 9)
Pero el jefe de los eunucos dijo a Daniel: «Temo al rey, mi señor; él ha asignado vuestra comida y vuestra bebida, y si llega a ver vuestros rostros más macilentos que los de los jóvenes de vuestra edad, expondríais mi cabeza a los ojos del rey.» (Daniel 1, 10)
Daniel dijo entonces al guarda a quien el jefe de los eunucos había confiado el cuidado de Daniel, Ananías, Misael y Azarías: (Daniel 1, 11)
A estos cuatro jóvenes les concedió Dios ciencia e inteligencia en toda clase de letras y sabiduría. Particularmente Daniel poseía el discernimiento de visiones y sueños. (Daniel 1, 17)
El rey conversó con ellos, y entre todos no se encontró ningún otro como Daniel, Ananías, Misael y Azarías. Quedaron, pues, al servicio del rey. (Daniel 1, 19)
Daniel permaneció allí hasta el año primero del rey Ciro. (Daniel 1, 21)
Promulgado el decreto de matar a los sabios, se buscó también a Daniel y a sus compañeros para matarlos. (Daniel 2, 13)