Fundar 22 Resultados para: Dejes

  • Moisés insistió: «Por favor, no os dejes; tú conoces los sitios donde acampar en el desierto; tú serás nuestros ojos. (Números 10, 31)

  • Pero ten cuidado y guárdate bien, no vayas o olvidarte de estas cosas que tus ojos han visto, ni dejes que se aparten de tu corazón en todos los días de tu vida; enséñaselas, por el contrario, a tus hijos y a los hijos de tus hijos. (Deuteronomio 4, 9)

  • Cubre a Israel tu pueblo, tú Yahveh que lo rescataste, y no dejes que se derrame sangre inocente en medio de tu pueblo Israel.» Así quedarán a cubierto de esa sangre, (Deuteronomio 21, 8)

  • Los gabaonitas mandaron a decir a Josué al campamento de Guilgal: No dejes solos a tus siervos; sube aprisa donde nosotros, sálvanos y socórrenos, porque se han aliado contra nosotros todos los reyes amorreos que habitan en la montaña.» (Josué 10, 6)

  • y dijeron los israelitas a Samuel: «No dejes de invocar a Yahveh nuestro Dios, para que él nos salve de la mano de los filisteos.» (I Samuel 7, 8)

  • Dijo el rey a Amán: «Toma al momento vestidos y caballo, tal como lo has dicho, y hazlo así con el judío Mardoqueo, que está en la Puerta Real. No dejes de cumplir ni un solo detalle.» (Ester 6, 10)

  • No me ocultes tu rostro. No rechaces con cólera a tu siervo; tú eres mi auxilio. No me abandones, no me dejes, Dios de mi salvación. (Salmos 27, 9)

  • Yahveh lo acabará todo por mí. ¡Oh Yahveh, es eterno tu amor, no dejes la obra de tus manos! (Salmos 138, 8)

  • No otorgues, Yahveh, al impío su deseo, no dejes que su plan se realice. Los que me asedian no alcen sobre mí (Salmos 140, 9)

  • No dejes que tienda mi corazón a cosa mala, a perpetrar acciones criminales en comañía de malhechores, y no guste yo lo que hace sus delicias. (Salmos 141, 4)

  • Cuanto debes al tesoro real y cuanto en el futuro dejes a deber, te sea perdonado desde ahora para siempre. (I Macabeos 15, 8)

  • No te dejes llevar del enojo, pues el enojo reside en el pecho de los necios. (Eclesiastés 7, 9)


“Onde não há obediência, não há virtude. Onde não há virtude, não há bem, não há amor; e onde não há amor, não há Deus; e sem Deus não se chega ao Paraíso. Tudo isso é como uma escada: se faltar um degrau, caímos”. São Padre Pio de Pietrelcina