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porque un Dios celoso es Yahveh tu Dios que está en medio de ti. La ira de Yahveh tu Dios se encendería contra ti y te haría desaparecer de la haz de la tierra. (Deuteronomio 6, 15)
Porque tú eres un pueblo consagrado a Yahveh tu Dios; él te ha elegido a ti para que seas el pueblo de su propiedad personal entre todos los pueblos que hay sobre la haz de la tierra. (Deuteronomio 7, 6)
Yahveh me dijo entonces: «Labra dos tablas de piedra como las primeras y sube donde mí a la montaña; hazte también un arca de madera. (Deuteronomio 10, 1)
las señales y hazañas que realizó él en medio de Egipto, contra Faraón rey de Egipto y todo su pueblo; (Deuteronomio 11, 3)
Nadie podrá resistiros; Yahveh vuestro Dios hará que se os tema y se os respete sobre la haz de toda la tierra que habéis de pisar, como él os ha dicho. (Deuteronomio 11, 25)
Porque tú eres un pueblo consagrado a Yahveh tu Dios, y Yahveh te ha escogido para que seas el pueblo de su propiedad personal entre todos los pueblos que hay sobre la haz de la tierra. (Deuteronomio 14, 2)
Come Jacob, se sacia, engorda Yesurún, respinga, - te has puesto grueso, rollizo, turgente -, rechaza a Dios, su Hacedor, desprecia a la Roca, su salvación. (Deuteronomio 32, 15)
Entonces el rey de Jericó mandó decir a Rajab: «Haz salir a los hombres que han entrado donde ti - que han entrado a tu casa - porque han venido para explorar todo el país.» (Josué 2, 3)
En aquel tiempo dijo Yahveh a Josué: «Hazte cuchillos de pedernal y vuelve a circuncidar (por segunda vez) a los israelitas.» (Josué 5, 2)
Ahora, aquí estamos en tus manos: haz con nosotros lo que te parezca bueno y justo.» (Josué 9, 25)
Ella respondió: «Hazme un regalo; ya que me has dado el desierto de Négueb, dame fuentes de agua.» Y él le dio las fuentes de arriba y las fuentes de abajo. (Josué 15, 19)
Israel sirvió a Yahveh todos los días de Josué y todos los días de los ancianos que siguieron viviendo después de Josué y que sabían todas las hazañas que Yahveh había hecho en favor de Israel. (Josué 24, 31)