Fundar 331 Resultados para: siete

  • Hay quien compra mucho con poco dinero, pero luego lo paga siete veces más caro. (Eclesiástico 20, 12)

  • El duelo por un muerto dura siete días, por el necio y el impío, todos los días de su vida. (Eclesiástico 22, 12)

  • Porque el Señor sabe pagar, y te devolverá siete veces más. (Eclesiástico 35, 10)

  • Pues el alma del hombre puede a veces advertir más que siete vigías sentados en lo alto para vigilar. (Eclesiástico 37, 14)

  • Para toda carne, del hombre hasta la bestia, mas para los pecadores siete veces más: (Eclesiástico 40, 8)

  • Asirán siete mujeres a un hombre en aquel día diciendo: «Nuestro pan comeremos, y con nuestras túnicas nos vestiremos. Tan sólo déjanos llevar tu nombre: quita nuestro oprobio.» (Isaías 4, 1)

  • Secará Yahveh el golfo del mar de Egipto y agitará su mano contra el Río. Con la violencia de su soplo lo partirá en siete arroyos, y hará posible pasarlo en sandalias; (Isaías 11, 15)

  • Será la luz de la luna como la luz del sol meridiano, y la luz del sol meridiano será siete veces mayor - con luz de siete días - el día que vende Yahveh la herida de su pueblo y cure la contusión de su golpe. (Isaías 30, 26)

  • Mal lo pasó la madre de siete hijos: exhalaba el alma, se puso su sol siendo aún de día, se avergonzó y se abochornó. Y lo que queda de ellos, a la espada voy a entregarlo delante de sus enemigos - oráculo de Yahveh -. (Jeremías 15, 9)

  • «Al cabo de siete años cada uno de vosotros dejará libre al hermano hebreo que se le hubiera vendido. Te servirá por seis años, y le enviarás libre de junto a ti.» Pero no me hicieron caso vuestros padres ni aplicaron el oído. (Jeremías 34, 14)

  • Tomó a un eunuco de la ciudad, que era inspector de los hombres de guerra, siete hombres de los cortesanos del rey, que se encontraban en la ciudad, al secretario del jefe del ejército, encargado del alistamiento del pueblo de la tierra y sesenta hombres de la tierra que se hallaban en la ciudad. (Jeremías 52, 25)

  • el año quinto, el día siete del mes, en el tiempo en que los caldeos habían tomado e incendiado Jerusalén. (Baruc 1, 2)


“Que Maria sempre enfeite sua alma com as flores e o perfume de novas virtudes e coloque a mão materna sobre sua cabeça. Fique sempre e cada vez mais perto de nossa Mãe celeste, pois ela é o mar que deve ser atravessado para se atingir as praias do esplendor eterno no reino do amanhecer.” São Padre Pio de Pietrelcina