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El Señor decreta contra ti: "No se propagará tu nombre más; exterminaré del templo de tus dioses estatuas e ídolos fundidos, y haré de tu sepulcro un lugar de ignominia". (Nahún 1, 14)
El Señor, en cambio, está en su santo templo; silencio ante él, tierra entera. (Habacuc 2, 20)
Esto dice el Señor todopoderoso: "Este pueblo dice: ¡Todavía no ha llegado el tiempo de edificar el templo del Señor!". (Ageo 1, 2)
Y el Señor levantó el ánimo de Zorobabel, hijo de Sealtiel, gobernador de Judá; de Josué, hijo de Yehosadac, sumo sacerdote, y de todo el resto del pueblo, de tal manera que fueron y se pusieron a la obra en el templo del Señor todopoderoso, su Dios. (Ageo 1, 14)
Y ahora estad atentos desde hoy en adelante. Antes de poner una piedra sobre otra en el templo del Señor, (Ageo 2, 15)
Estad, pues, atentos de ahora en adelante -a partir del veinticuatro del mes noveno-; desde el día en que se pusieron los cimientos del templo del Señor, estad atentos: (Ageo 2, 18)
Y me contestó: A la tierra de Senaar, para edificarle un templo y prepararle un pedestal para colocarla sobre él". (Zacarías 5, 11)
Él construirá el templo del Señor, será revestido de majestad y se sentará en el trono para gobernar. Tendrá un sacerdote a su derecha y habrá perfecto acuerdo entre los dos. (Zacarías 6, 13)
La corona quedará en el templo del Señor como recuerdo para Jelday, Tobías, Yedayas y Josías, el hijo de Sofonías. (Zacarías 6, 14)
Los que están lejos vendrán y trabajarán en la construcción del templo del Señor. Así reconoceréis que el Señor todopoderoso me ha enviado a vosotros. Esto ocurrirá si obedecéis la palabra del Señor, vuestro Dios". (Zacarías 6, 15)
y para preguntar a los sacerdotes del templo del Señor todopoderoso y a los profetas lo siguiente: "¿Debo continuar guardando luto y ayunando el mes quinto como lo vengo haciendo tantos años?". (Zacarías 7, 3)
Esto dice el Señor todopoderoso: "Cobrad ánimo los que oís en estos días estas palabras de la boca de los profetas, desde el día en que fueron echados los cimientos del templo del Señor todopoderoso para reconstruir el santuario. (Zacarías 8, 9)