Fundar 428 Resultados para: viaje en el desierto
Esto dice el Señor: En este lugar que vosotros decís desierto, porque no hay hombres ni animales; en las ciudades de Judá y por las calles de Jerusalén, que están ahora desoladas, sin habitantes y sin ganados, se volverá a sentir (Jeremías 33, 10)
Esto dice el Señor: Volverá a haber en este lugar, ahora desierto, sin hombres ni animales, así como en todas las ciudades, pastos donde los pastores apacentarán el rebaño. (Jeremías 33, 12)
Yo daré orden -dice el Señor- de que vuelvan sobre esta ciudad; que la ataquen, la tomen y la prendan fuego; y a todas las ciudades de Judá las dejaré hechas un desierto despoblado". (Jeremías 34, 22)
Partieron e hicieron alto en Quimhán, cerca de Belén, para continuar después el viaje con ánimo de entrar en Egipto (Jeremías 41, 17)
El Señor no podía soportar más la maldad de vuestras acciones y las monstruosidades que habéis cometido; por eso vuestro país ha quedado convertido en un desierto, objeto de horror y execración, sin ningún habitante, como sucede actualmente. (Jeremías 44, 22)
Prepara tu equipaje para el cautiverio, población de Egipto, pues Nof quedará hecha un desierto, devastada y despoblada. (Jeremías 46, 19)
¡Escapad, salvaos, sed como el asno salvaje en el desierto! (Jeremías 48, 6)
Dad una tumba a Moab, porque está totalmente devastada. Sus ciudades son como un desierto: nadie ya habita en ellas. (Jeremías 48, 9)
Los gritos de Jesbón y de Elealé llegan hasta Yahas; se grita desde Soar hasta Joronáyim y Eglat Selisiya, pues también las aguas de Nimrín se convierten en un desierto. (Jeremías 48, 34)
Pues por mí mismo he jurado -dice el Señor- que Bosra quedará hecha un desierto, un horror, un oprobio, una maldición, y todas sus ciudades serán ruinas perpetuas. (Jeremías 49, 13)
Jasor quedará como guarida de chacales, un desierto para siempre; nadie más habitará en ella, ni un alma volverá a vivir allí". (Jeremías 49, 33)
Pues desde el norte avanza contra ella un pueblo que convertirá en un desierto su tierra, y nadie más habitará allí; hombres y bestias huyen, desaparecen. (Jeremías 50, 3)