4. Si ahora me sirves como tu padre David, de todo corazón, y con rectitud, haciendo todo lo que te ordene y guardando mis mandamientos y mis ceremonias,





“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina