20. Pasados muchos años, cuando a Dios le pareció bien, Nehemías, despedido por el rey de Persia, mandó que los descendientes de los sacerdotes que habían escondido el fuego, lo fueran a buscar. Pero, como ellos informaron que no habían encontrado fuego, sino un líquido espeso,





“Quando ofendemos a justiça de Deus, apelamos à Sua misericórdia. Mas se ofendemos a Sua misericórdia, a quem podemos apelar? Ofender o Pai que nos ama e insultar quem nos auxilia é um pecado pelo qual seremos severamente julgados.” São Padre Pio de Pietrelcina