8. Ajaz tomó la plata y el oro que había en la Casa de Yavé y los tesoros de la casa del rey y se lo mandó al rey de Asur como regalo.





“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina