3. «Ah, Yavé, dígnate recordar que yo te he servido con fidelidad y corazón bueno, haciendo lo que te agrada.» Y Ezequías lloró con abundantes lágrimas.





“Seja grato e beije docemente a mão de Deus. É sempre a mão de um pai que pune porque lhe quer bem” São Padre Pio de Pietrelcina