21. No comerán de ningún animal hallado muerto. Se lo darás al forastero que reside en tu ciudad o bien lo venderás a un extranjero, sabiendo que tú eres un pueblo consagrado a Yavé, tu Dios. No cocerás el cabrito en la leche de su madre.





“Quem te agita e te atormenta é o demônio.Quem te consola é Deus”! São Padre Pio de Pietrelcina