Ezequiel, 16
21. No, pues degollaste a mis hijos y los entregaste para el sacrificio, para que esto fuera mejor que prostituirte, y te olvidaste de los días de tu juventud, cuando andabas desnuda y sin ropa y te debatías en tu propia sangre.
21. No, pues degollaste a mis hijos y los entregaste para el sacrificio, para que esto fuera mejor que prostituirte, y te olvidaste de los días de tu juventud, cuando andabas desnuda y sin ropa y te debatías en tu propia sangre.
“Nossa Senhora recebeu pela inefável bondade de Jesus a força de suportar até o fim as provações do seu amor. Que você também possa encontrar a força de perseverar com o Senhor até o Calvário!” São Padre Pio de Pietrelcina