Salmos, 56
8. Después de tanta maldad, que no se escapen, que sobre ellos recaiga, oh Dios, la furia de los paganos.
8. Después de tanta maldad, que no se escapen, que sobre ellos recaiga, oh Dios, la furia de los paganos.
“O Senhor se comunica conosco à medida que nos libertamos do nosso apego aos sentidos, que sacrificamos nossa vontade própria e que edificamos nossa vida na humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina