Löydetty 202 Tulokset: �Acaso
Dice: «¿Mis príncipes no son reyes acaso? (Isaías 10, 8)
¿Acaso el hacha se cree más que el leñador, o la sierra, más que el aserrador? ¡Como si el bastón mandara a quien lo usa o el palo moviera al que no es de madera! (Isaías 10, 15)
¡Qué vergüenza, Sidón! Tú preguntas: «¿Acaso no he tenido hijos y sufrido los dolores de parto, educado a jóvenes y niñas?» (Isaías 23, 4)
¿Acaso Yavé le ha pegado como les pegó a los que lo maltrataban? ¿O lo ha exterminado como hizo con los que lo masacraban? (Isaías 27, 7)
Acaso el labrador emplea todo su tiempo en arar, (Isaías 28, 24)
¡Qué maldad la de ustedes! ¿Es acaso la greda igual que el alfarero? ¿Podrá decir al que la hizo: «Yo no soy tu obra»; o dirá un cántaro al alfarero: «No sabes nada»? (Isaías 29, 16)
¡Pobres de aquellos que bajan a Egipto, por si acaso consiguen ayuda! Pues confían en la caballería, en los carros de guerra, que son numerosos, y en los jinetes, porque son valientes. ¿Por qué no hicieron caso del Santo de Israel y no consultaron a Yavé? (Isaías 31, 1)
El general les dijo: «Transmitan este recado a Ezequías. Así habla el rey de Asur: ¿En qué pones tu confianza? ¿Acaso crees que para hacer la guerra algunas delclaraciones reemplazan a la sabiduría y a la fuerza? (Isaías 36, 4)
Ezequías los está engañando al decirles: «Yavé nos salvará.» ¿Pudieron, acaso, los dioses de las naciones salvar cada uno a su país de las manos del rey de Asur? (Isaías 36, 18)
Pues los muertos no te alaban, ¿podría acaso celebrarte la Muerte, o los que caen en el hoyo proclamar tu fidelidad? (Isaías 38, 18)
¿Acaso la estatua que fundió el artista, y que el joyero revistió de oro con cadenas de plata? (20 Un hábil escultor busca una palmera escogida y de allí saca madera que no se pudre para levantar una estatua bien firme.) (Isaías 40, 19)
¿Acaso no lo sabes, o no lo has oído? Yavé es un Dios eterno que ha creado hasta los extremos del mundo. No se cansa ni se fatiga y su inteligencia no tiene límites. (Isaías 40, 28)