Löydetty 261 Tulokset: -jefe

  • Ocozías envió un jefe de cincuenta, que subió con sus cincuenta hombres para buscarlo. Elías estaba sentado en la cumbre del cerro. El jefe le dijo: «Hombre de Dios, el rey manda que bajes.» (2 Reyes 1, 9)

  • Respondió Elías al jefe de los cincuenta hombres: «Si soy hombre de Dios, que baje fuego del cielo y te devore a ti y a tus hombres.» Bajó fuego del cielo y los devoró a todos. (2 Reyes 1, 10)

  • El rey volvió a mandarle otro jefe de cincuenta, que subió con sus cincuenta hombres y le dijo: «Hombre de Dios, el rey dice que te apresures a bajar.» (2 Reyes 1, 11)

  • Volvió el rey a enviarle un tercer jefe con cincuenta hombres. Este, al llegar, cayó de rodillas ante Elías y le dirigió estas palabras: «Hombre de Dios, te ruego que me perdones, así como a mis cincuenta hombres; todos somos siervos tuyos. (2 Reyes 1, 13)

  • quien le dijo: «Por todo lo que te molestas por nosotros, ¿qué podemos hacer por ti?, ¿quieres que hable por ti al rey o al jefe del ejército?» Ella respondió: «No me falta nada en este pueblo.» (2 Reyes 4, 13)

  • Naamán era el jefe del ejército del rey de Aram. Este hombre era muy estimado. Gozaba del favor del rey porque Yavé se había valido de él para conducir a la victoria el ejército de los arameos. Pero este valiente estaba enfermo de lepra. (2 Reyes 5, 1)

  • Cuando llegó, los jefes del ejército estaban sentados juntos, y dijo: «Tengo que hablarte, jefe.» Jehú preguntó: «¿A quién de nosotros?» Respondió: «A ti, jefe.» (2 Reyes 9, 5)

  • Al séptimo año, Joyada, jefe de los sacerdotes, mandó llamar a los oficiales de la guardia real y de los guardias carios a la Casa de Yavé. Después de hacer con ellos un pacto con juramento, les mostró al hijo del rey. (2 Reyes 11, 4)

  • «Vuelve y dile a Ezequías, jefe de mi pueblo: Esto dice Yavé, Dios de tu padre David: He oído tu súplica y he visto tus lágrimas; te doy la salud. En tres días más, subirás a la Casa de Yavé. (2 Reyes 20, 5)

  • El día siete del quinto mes del año diecinueve del reinado de Nabucodonosor, uno de sus oficiales, Nebuzardán, jefe de la guardia, entró en Jerusalén, (2 Reyes 25, 8)

  • El jefe de la guardia tomó los incensarios y los aspersorios y todos los objetos de oro y plata, (2 Reyes 25, 15)

  • Además, el jefe del ejército tomó preso a Seraías, primer sacerdote, a Safanías, segundo sacerdote, y a los tres encargados de la puerta. (2 Reyes 25, 18)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.”(Pe Pio) São Padre Pio de Pietrelcina