Löydetty 387 Tulokset: Arca en el Monte Moriah

  • Pues tanto él como sus hermanos y la familia de sus padres han animado la resistencia, han combatido a los enemigos de Israel y le han devuelto la libertad. Grabaron el texto en tablas de bronce y lo colgaron en las columnas del monte Sión. (1 Macabeos 14, 26)

  • Mandó después a otros para que se apoderaran de Jerusalén y del monte del Templo. (1 Macabeos 16, 20)

  • Se dice también en estos escritos del pasado que el profeta Jeremías, obedeciendo a órdenes del Cielo, se hizo acompañar por el Arca de la Alianza con su toldo y fue al cerro donde Moisés había subido y desde el cual había contemplado la tierra prometida. (2 Macabeos 2, 4)

  • Allí Jeremías encontró una caverna; metió en ella el Arca, el toldo que la cubría y el altar del incienso y luego tapó la entrada con piedras. (2 Macabeos 2, 5)

  • Además, debían profanar el templo de Jerusalén, dedicándolo a Dios Olímpico. De igual manera debían dedicar el templo del monte Garizín a Dios Hospitalario, conforme a los deseos de los habitantes del lugar. (2 Macabeos 6, 2)

  • Cuando se ha cortado la hierba y aparecen los brotes, amontona el pasto en el monte; (Proverbios 27, 25)

  • Antes de que sople la brisa del día, y se vayan las sombras, me iré al monte de la mirra, al cerro del incienso. (Cantar 4, 6)

  • Tu escuchaste en el monte Sinaí una sentencia, conociste en el Horeb el castigo decretado por Dios. (Sirácides (Eclesiástico) 48, 7)

  • Yo y los hijos que Yavé me ha dado, somos para Israel como señales y anuncios que puso Yavé de los Ejércitos, que habita en el monte de Sión. (Isaías 8, 18)

  • «Desde Sela que está en el desierto, lléven corderos al monte de la hija de Sión al soberano del país.» (Isaías 16, 1)

  • Sí, como en el monte Perasim, Yavé se levantará, o como en el valle de Gabaón, se despertará para realizar su obra, obra rara, para hacer su trabajo, trabajo misterioso. (Isaías 28, 21)

  • Pues de Jerusalén saldrá un resto, del monte de Sión un grupo de salvados. (Isaías 37, 32)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina