Löydetty 43 Tulokset: Ciegos

  • En algún momento, dos ciegos estaban sentados a la orilla del camino, y al enterarse de que pasaba Jesús, comenzaron a gritar: «¡Señor, hijo de David, ten compasión de nosotros!» (Evangelio según San Mateo 20, 30)

  • También en el Templo se le acercaron algunos ciegos y cojos, y Jesús los sanó. (Evangelio según San Mateo 21, 14)

  • ¡Ay de ustedes, que son guías ciegos! Ustedes dicen: Jurar por el Templo no obliga, pero jurar por el tesoro del Templo, sí. (Evangelio según San Mateo 23, 16)

  • ¡Torpes y ciegos! ¿Qué vale más, el oro mismo, o el Templo que hace del oro una cosa sagrada? (Evangelio según San Mateo 23, 17)

  • Ustedes dicen: Si alguno jura por el altar, no queda obligado; pero si jura por las ofrendas puestas sobre el altar, queda obligado. ¡Ciegos! (Evangelio según San Mateo 23, 18)

  • ¡Guías ciegos! Ustedes cuelan un mosquito, pero se tragan un camello. (Evangelio según San Mateo 23, 24)

  • El Espíritu del Señor está sobre mí. El me ha ungido para llevar buenas nuevas a los pobres, para anunciar la libertad a los cautivos, y a los ciegos que pronto van a ver, para despedir libres a los oprimidos (Evangelio según San Lucas 4, 18)

  • En ese momento Jesús curó a varias personas afligidas de enfermedades, de achaques y de espíritus malignos y devolvió la vista a algunos ciegos. (Evangelio según San Lucas 7, 21)

  • Contestó, pues, a los mensajeros: «Vuelvan y cuéntenle a Juan lo que han visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos se despiertan, y una buena nueva llega a los pobres. (Evangelio según San Lucas 7, 22)

  • Cuando des un banquete, invita más bien a los pobres, a los inválidos, a los cojos y a los ciegos. (Evangelio según San Lucas 14, 13)

  • Al regresar, el sirviente se lo contó a su patrón, que se enojó. Pero dijo al sirviente: «Sal en seguida a las plazas y calles de la ciudad y trae para acá a los pobres, a los inválidos, a los ciegos y a los cojos.» (Evangelio según San Lucas 14, 21)

  • y bajo los pórticos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos, tullidos (y paralíticos. Todos esperaban que el agua se agitara, (Evangelio según San Juan 5, 3)


“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraco com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina