Löydetty 125 Tulokset: Cortinas de Lino Fino

  • Para ella se hizo cobertores, y lleva un vestido de lino y de púrpura. (Proverbios 31, 22)

  • No cambies un amigo por la plata, ni un verdadero hermano por el oro fino. (Sirácides (Eclesiástico) 7, 18)

  • Haré que los hombres sean más escasos que el oro fino y más difíciles de hallar que el oro de Ofir.» (Isaías 13, 12)

  • Estarán de muerte los que trabajan el lino, y los que lo limpian y lo hilan, también. (Isaías 19, 9)

  • Y en un momento, de repente, la multitud de los atacantes será como paja al viento, y las huestes de tus enemigos como polvo fino (Isaías 29, 5)

  • Su respiración es como un torrente que se desborda y que le llega a uno hasta el cuello. El viene para colar a las naciones con un colador muy fino y a poner sus riendas con freno en el hocico de los pueblos. (Isaías 30, 28)

  • Yavé me dijo así: «Anda a comprarte un cinturón de lino y póntelo a la cintura, pero no lo metas al agua.» (Jeremías 13, 1)

  • Los hijos de Sión, valiosos y preciados como el oro fino, ¡ay!, son considerados como vasos de arcilla, obra del alfarero. (Lamentaciones 4, 2)

  • Aparecen entonces seis hombres desde el lado de la Puerta Alta, que mira al norte: cada cual lleva en la mano un instrumento de muerte, y en medio de ellos veo a un hombre con un traje de lino, que tiene en la cintura una tablilla de escriba. Vienen a ponerse al lado del altar de bronce, (Ezequiel 9, 2)

  • e inmediatamente la Gloria del Dios de Israel, que hasta entonces descansaba sobre los Querubines, se eleva en dirección a la puerta del Templo. Llama al hombre con traje de lino, que lleva en su cintura una tablilla de escriba, (Ezequiel 9, 3)

  • En ese momento, el hombre que llevaba un traje de lino y que tenía una tablilla en la cintura, llegó para dar cuenta; declaró: "Hice todo lo que me ordenaste". (Ezequiel 9, 11)

  • Desde allí dijo al hombre vestido de lino: "Pasa por debajo de las ruedas y toma entre tus manos carbones que dispersarás por la ciudad". El hombre fue allá, y yo lo observaba; (Ezequiel 10, 2)


“O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina