Löydetty 211 Tulokset: Cuerpo
Por eso, si tu ojo derecho te está haciendo caer, sácatelo y tíralo lejos; porque más te conviene perder una parte de tu cuerpo y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno. (Evangelio según San Mateo 5, 29)
Y si tu mano derecha te lleva al pecado, córtala y aléjala de ti; porque es mejor que pierdas una parte de tu cuerpo y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno. (Evangelio según San Mateo 5, 30)
Tu ojo es la lámpara de tu cuerpo. Si tus ojos están sanos, todo tu cuerpo tendrá luz; pero si tus ojos están malos, todo tu cuerpo estará en obscuridad. (Evangelio según San Mateo 6, 22)
Por eso yo les digo: No anden preocupados por su vida con problemas de alimentos, ni por su cuerpo con problemas de ropa. ¿No es más importante la vida que el alimento y más valioso el cuerpo que la ropa? (Evangelio según San Mateo 6, 25)
No teman a los que sólo pueden matar el cuerpo, pero no el alma; teman más bien al que puede destruir alma y cuerpo en el infierno. (Evangelio según San Mateo 10, 28)
Después vinieron los discípulos de Juan a recoger su cuerpo y lo enterraron. Y fueron a dar la noticia a Jesús. (Evangelio según San Mateo 14, 12)
Al derramar este perfume sobre mi cuerpo, ella preparaba mi entierro. (Evangelio según San Mateo 26, 12)
Mientras comían, Jesús tomó pan, pronunció la bendición, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: «Tomen y coman; esto es mi cuerpo.» (Evangelio según San Mateo 26, 26)
Se presentó a Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús, y el gobernador ordenó que se lo entregaran. (Evangelio según San Mateo 27, 58)
José tomó entonces el cuerpo de Jesús, lo envolvió en una sábana limpia (Evangelio según San Mateo 27, 59)
Ordena, pues, que sea asegurado el sepulcro hasta el tercer día, no sea que vayan sus discípulos, roben el cuerpo y digan al pueblo: Resucitó de entre los muertos. Este sería un engaño más perjudicial que el primero.» (Evangelio según San Mateo 27, 64)
para que dijeran: «Los discípulos de Jesús vinieron de noche y, como estábamos dormidos, se robaron el cuerpo. (Evangelio según San Mateo 28, 13)