Löydetty 1035 Tulokset: David y Jonatán

  • David dijo a Saúl: «¿Quién soy yo, y quién es mi familia? ¿Y de qué consideración goza la familia de mi padre en Israel, para que yo llegue a ser el yerno del rey?» (1 Samuel 18, 18)

  • Pero cuando llegó el tiempo en que Merob, hija de Saúl, debía desposarse con David, fue dada por esposa a Adriel de Mejolá. (1 Samuel 18, 19)

  • Micol, la otra hija de Saúl, se enamoró de David; se lo dijeron a Saúl y le agradó mucho la noticia. (1 Samuel 18, 20)

  • Saúl dijo: «Se la voy a prometer y por ella se perderá, pues lo haré caer en manos de los filisteos.» Saúl entonces dijo por segunda vez a David: «Ahora serás mi yerno.» (1 Samuel 18, 21)

  • Ordenó Saúl a sus servidores: «Insinúen a David: El rey te estima, también te quieren todos sus servidores; procura ser yerno del rey.» (1 Samuel 18, 22)

  • Los servidores de Saúl dijeron esto a David, el cual respondió: «Parece que para ustedes es muy sencillo llegar a ser yerno del rey. Pero ¿se han fijado en que yo soy un hombre pobre y desconocido?» (1 Samuel 18, 23)

  • Le hicieron saber a Saúl lo que había respondido David, (1 Samuel 18, 24)

  • y éste le mandó a decir: «El rey no quiere dote para su hija, sino que quiere los prepucios de cien incircuncisos filisteos, para vengarse así de sus enemigos.» Pero la intención de Saúl era hacer caer a David en manos de los filisteos. (1 Samuel 18, 25)

  • Los servidores comunicaron a David estas palabras y a él le pareció que este asunto de ser yerno del rey no era tan difícil. Aún no se había cumplido el plazo, (1 Samuel 18, 26)

  • cuando David partió con sus hombres y mató a doscientos filisteos; entregó sus prepucios al rey y Saúl tuvo que darle a su hija Micol por esposa. (1 Samuel 18, 27)

  • Saúl temía a David porque se daba cuenta de que Yavé estaba con él. Pero su hija Micol quería a David. (1 Samuel 18, 28)

  • El temor de Saúl hacia David aumentó, y fue su enemigo hasta el fin de su vida. (1 Samuel 18, 29)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.”(Pe Pio) São Padre Pio de Pietrelcina