Löydetty 92 Tulokset: Empezó

  • Prepara el carro con sus caballos, tú que vives en Laquis, pues por tu culpa empezó a pecar la hija de Sión, ya que tú le enseñaste el mal que se cometía en Israel. (Miqueas 1, 13)

  • Por aquel tiempo se presentó Juan Bautista y empezó a predicar en el desierto de Judea; (Evangelio según San Mateo 3, 1)

  • Desde entonces Jesús empezó a proclamar este mensaje: «Renuncien a su mal camino, porque el Reino de los Cielos está ahora cerca.» (Evangelio según San Mateo 4, 17)

  • Jesús empezó a recorrer toda la Galilea; enseñaba en las sinagogas de los judíos, proclamaba la Buena Nueva del Reino y curaba en el pueblo todas las dolencias y enfermedades. (Evangelio según San Mateo 4, 23)

  • Jesús echó al demonio, y el mudo empezó a hablar. La gente quedó maravillada y todos decían: «Jamás se ha visto cosa igual en Israel.» (Evangelio según San Mateo 9, 33)

  • Cuando el trigo creció y empezó a echar espigas, apareció también la maleza. (Evangelio según San Mateo 13, 26)

  • Jesús le dijo: «Ven.» Pedro bajó de la barca y empezó a caminar sobre las aguas en dirección a Jesús. (Evangelio según San Mateo 14, 29)

  • Una mujer cananea, que llegaba de ese territorio, empezó a gritar: «¡Señor, hijo de David, ten compasión de mí! Mi hija está atormentada por un demonio.» (Evangelio según San Mateo 15, 22)

  • Pedro empezó a decirle: «Aunque todos tropiecen, yo nunca dudaré de ti.» (Evangelio según San Mateo 26, 33)

  • Entonces Pedro empezó a proferir maldiciones y a afirmar con juramento que no conocía a aquel hombre. Y en aquel mismo momento cantó un gallo. (Evangelio según San Mateo 26, 74)

  • Es así como Juan el Bautista empezó a bautizar en el desierto. Allí predicaba bautismo y conversión, para alcanzar el perdón de los pecados. (Evangelio según San Marcos 1, 4)

  • Después de que tomaron preso a Juan, Jesús fue a Galilea y empezó a proclamar la Buena Nueva de Dios. (Evangelio según San Marcos 1, 14)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina