Löydetty 73 Tulokset: Iban

  • del primer mes a fin de copiar las ordenanzas de Amán dirigidas a los virreyes, a los gobernadores de las provincias y a los jefes de cada país. Iban escritas en el alfabeto de cada provincia y redactadas en el idioma de cada país. El documento llevaba además la firma y el sello del rey. (Ester 3, 13)

  • del tercer mes, llamado Sivan, se reunieron todos los escribientes reales para copiar una carta enviada por Mardoqueo a los judíos, a los virreyes, a los gobernadores y a los altos funcionarios de las ciento veintisiete provincias del imperio. Las cartas iban escritas en el alfabeto de cada provincia y en el idioma de cada pueblo; así, por ejemplo, la dirigida a los judíos estaba escrita en su escritura e idioma. (Ester 8, 23)

  • Seguramente cobrabas sin razón a tus hermanos, les exigías su ropa e iban desnudos, (Job 22, 6)

  • e iban errantes de una nación a otra, de un reino a otro pueblo, (Salmos 105, 13)

  • Luego dijo a los que estaban edificando casas, o que iban a casarse, o que plantaban viñas, y a los miedosos, que se volvieran a sus casas, como permitía la Ley. (1 Macabeos 3, 56)

  • Una parte del ejército del rey se desplegó por los cerros y otra en el llano. Todos iban con paso seguro y en buen orden. (1 Macabeos 6, 40)

  • pues si no hubieran creído que los compañeros caídos iban a resucitar, habría sido cosa inútil y estúpida orar por ellos. (2 Macabeos 12, 44)

  • Vio que sus negocios iban bien, su lámpara no se apagó toda la noche: (Proverbios 31, 18)

  • Vi servidores que andaban a caballo y nobles que iban a pie, como los servidores. (Eclesiastés (Qohelet) 10, 7)

  • Entonces todos los hijos de Aarón, revestidos de sus ornamentos, iban a ponerse frente a la asamblea de Israel, llevando en sus manos la ofrenda del Señor. (Sirácides (Eclesiástico) 50, 13)

  • Como un sueño que se tiene de noche, así será para la multitud de naciones, que iban a pelear contra Ariel, para sus ejércitos que la rodeaban, para sus trincheras y sus empalizadas. (Isaías 29, 7)

  • Ahora viene lo que Yavé le habló a Jeremías, después que Nebuzardán, comandante de la guardia, lo dejó en libertad, cuando, en Ramá, lo sacó de en medio de los cautivos de Jerusalén y de Judá que iban desterrados a Babilonia, entre los cuales se encontraba encadenado. (Jeremías 40, 1)


“Pense na felicidade que está reservada para nós no Paraíso”. São Padre Pio de Pietrelcina