Löydetty 392 Tulokset: Judíos

  • E incluso los virreyes, los gobernadores, los jefes de provincias y demás funcionarios reales prestaron su colaboración a los judíos por temor a Mardoqueo. (Ester 9, 3)

  • Los judíos persiguieron a espada a sus enemigos, haciendo en ellos una espantosa carnicería, pues los tenían a su merced. (Ester 9, 5)

  • Parmaseta, Arisai, Aridai, y Baizata, incluyendo a los hijos de Amán, el perseguidor de los judíos, pero no se apoderaron de sus bienes. (Ester 9, 9)

  • «Si aquí en Susa, nada más, los judíos han dado muerte a quinientas personas, ¿qué no irán a hacer en las demás provincias? ¿Piensas, sin embargo, que ya te concedí lo que me pedías, o crees que todavía no ha sido satisfecho tu deseo?» (Ester 9, 12)

  • Ester respondió: «Quisiera aún pedirte algo, ¡oh rey!: permite que los judíos de Susa puedan proseguir mañana ejecutando lo dispuesto en el edicto y ordena además que los cadáveres de los diez hijos de Amán sean colgados de la horca.» (Ester 9, 13)

  • los judíos de Susa volvieron a reunirse al día siguiente, catorce del mes, y dieron muerte a trescientos hombres, pero no se adueñaron de sus cosas. (Ester 9, 15)

  • Por su parte, los judíos de las otras provincias también se organizaron para defender sus vidas y su tranquilidad, dando muerte a sesenta y cinco mil de sus enemigos, pero no tocaron sus bienes. (Ester 9, 16)

  • Los judíos de Susa, empero, como habían ocupado dos días en hacerse justicia, destinaron el día quince para descansar y festejarlo. (Ester 9, 18)

  • Esto explica que los judíos que viven en el campo o en aldeas celebren esa fecha con fiestas y banquetes el día catorce de Adar y se envíen regalos unos a otros, y, en cambio, los que habitan en las ciudades tengan como día de fiesta para intercambiarse regalos el quince del mes de Adar. (Ester 9, 19)

  • Mardoqueo puso por escrito estos hechos. Luego envió cartas a todos los judíos que vivían en las diversas provincias del imperio, estuvieran lejos o cerca. (Ester 9, 20)

  • para recordar que en esos días los judíos se habían librado de sus enemigos y que, en ese mes, su angustia se había cambiado en felicidad y su duelo en día de fiesta. Los convidaba, pues, a que ese día lo pasaran alegremente, se enviaran regalos unos a otros y dieran limosna a los pobres. (Ester 9, 22)

  • Los judíos adoptaron como norma lo que habían comenzado a hacer por su cuenta antes de que se lo dijera Mardoqueo. (Ester 9, 23)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina