Löydetty 117 Tulokset: Marido

  • Si la mujer fue infiel a su marido y se hizo impura, el agua que bebió se volverá amarga en ella, se le hinchará el vientre y se le marchitarán los senos y será mujer maldita en medio de su pueblo. (Números 5, 27)

  • Con esto el marido estará exento de culpa y ella pagará la pena de su pecado.» (Números 5, 31)

  • Si su marido, al enterarse, no le dice nada, los votos y compromisos que ha contraído serán válidos. (Números 30, 8)

  • Pero si su marido, el mismo día en que se entera, desaprueba los votos o promesas que hizo y los anula, Yavé no se lo tomará en cuenta. (Números 30, 9)

  • Está también el caso de la mujer que ha hecho un voto estando en casa de su marido, o se ha comprometido con juramento. (Números 30, 11)

  • Si su marido al enterarse no le dice nada, ni lo desaprueba, serán válidos. (Números 30, 12)

  • Pero si su marido se lo anula el mismo día en que se entera, está desligada de su palabra o juramento, de su voto y de sus compromisos. Yavé no se lo tomará en cuenta, pues su marido lo ha desaprobado. (Números 30, 13)

  • Cualquier voto o compromiso con el que la mujer se quiere mortificar, lo ratifica y anula el marido. (Números 30, 14)

  • Si su marido no le dice nada hasta el día siguiente, es que confirma el voto o el compromiso de su esposa; lo confirma con no expresar su desaprobación en el momento en que ella se lo dió a conocer. (Números 30, 15)

  • Estos son los mandatos que Yavé dio a Moisés referente a la esposa y su marido, y al padre con su hija que, siendo joven todavía, está en la casa de su padre. (Números 30, 17)

  • Dejará el vestido que llevaba cuando fue tomada, y quedará en tu casa durante un mes, haciendo duelo por su padre y su madre. Después te juntarás con ella y tú serás su marido y ella tu esposa. (Deuteronomio 21, 13)

  • Lo multarán además en cien monedas de plata, que entregarán al padre de la joven, por haber difamado a una virgen de Israel. El marido tendrá que tomarla como esposa y no podrá repudiarla en toda su vida. (Deuteronomio 22, 19)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina