Löydetty 473 Tulokset: Mesa de los Panes de la Presencia

  • Entonces se levantó de la mesa, se quitó el manto y se ató una toalla a la cintura. (Evangelio según San Juan 13, 4)

  • Cuando terminó de lavarles los pies, se puso de nuevo el manto, volvió a la mesa y les dijo: «¿Comprenden lo que he hecho con ustedes? (Evangelio según San Juan 13, 12)

  • Uno de sus discípulos, el que Jesús amaba, estaba recostado junto a él en la mesa, (Evangelio según San Juan 13, 23)

  • Ninguno de los que estaban a la mesa comprendió por qué Jesús se lo decía. (Evangelio según San Juan 13, 28)

  • Muchas otras señales milagrosas hizo Jesús en presencia de sus discípulos que no están escritas en este libro. (Evangelio según San Juan 20, 30)

  • Me has dado a conocer los caminos de la vida, me colmarás de gozo con tu presencia. (Hecho de los Apóstoles 2, 28)

  • Miren lo que puede la fe en su Nombre, pues en su Nombre acaba de ser restablecido este hermano al que ustedes ven y conocen. La fe que él nos inspira es la que lo ha sanado totalmente en presencia de todos ustedes. (Hecho de los Apóstoles 3, 16)

  • Te mandé a buscar en seguida y tú has tenido la amabilidad de venir. Ahora estamos todos aquí, en la presencia de Dios, dispuestos a escuchar todo lo que el Señor te ha ordenado.» (Hecho de los Apóstoles 10, 33)

  • y, al ver que esto agradaba a los judíos, mandó detener también a Pedro: eran precisamente los días de la fiesta de los Panes Azimos. (Hecho de los Apóstoles 12, 3)

  • Los había llevado a su casa; allí preparó la mesa e hicieron fiesta con todos los suyos por haber creído en Dios. (Hecho de los Apóstoles 16, 34)

  • Nosotros nos embarcamos en Filipos apenas terminaron las fiestas de los Panes Azimos. Cinco días después nos reunimos con ellos en Tróade, donde nos detuvimos siete días. (Hecho de los Apóstoles 20, 6)

  • Yo les contesté que los romanos no acostumbran entregar a un hombre sin que haya tenido la oportunidad de defenderse de los cargos en presencia de sus acusadores. (Hecho de los Apóstoles 25, 16)


“Como Jesus, preparemo-nos a duas ascensões: uma ao Calvário e outra ao Céu. A ascensão ao Calvário, se não for alegre, deve ao menos ser resignada!” São Padre Pio de Pietrelcina