Löydetty 50 Tulokset: Monedas
Jesús entró en el Templo y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el Templo. Derribó las mesas de los que cambiaban monedas y los puestos de los vendedores de palomas. Les dijo: (Evangelio según San Mateo 21, 12)
y les dijo: «¿Cuánto me darán si se lo entrego?» Ellos prometieron darle treinta monedas de plata. (Evangelio según San Mateo 26, 15)
Cuando Judas, el traidor, supo que Jesús había sido condenado, se llenó de remordimientos y devolvió las treinta monedas de plata a los jefes de los sacerdotes y a los jefes judíos. (Evangelio según San Mateo 27, 3)
Entonces él, arrojando las monedas en el Templo, se marchó y fue a ahorcarse. (Evangelio según San Mateo 27, 5)
Los jefes de los sacerdotes recogieron las monedas, pero dijeron: «No se puede echar este dinero en el tesoro del Templo, porque es precio de sangre.» (Evangelio según San Mateo 27, 6)
Así se cumplió lo que había dicho el profeta Jeremías: Tomaron las treinta monedas de plata, que fue el precio en que lo tasaron los hijos de Israel, (Evangelio según San Mateo 27, 9)
Se podría haber vendido en más de trescientas monedas de plata para ayudar a los pobres.» Y estaban enojados contra ella. (Evangelio según San Marcos 14, 5)
«Un prestamista tenía dos deudores: uno le debía quinientas monedas y el otro cincuenta. (Evangelio según San Lucas 7, 41)
Al día siguiente sacó dos monedas y se las dio al posadero diciéndole: «Cuídalo, y si gastas más, yo te lo pagaré a mi vuelta.» (Evangelio según San Lucas 10, 35)
¿No se venden cinco pajaritos por dos monedas? Pues bien, delante de Dios ninguno de ellos ha sido olvidado. (Evangelio según San Lucas 12, 6)
«Pero, señor, le contestaron, ya tiene diez monedas.» (Evangelio según San Lucas 19, 25)
Felipe le respondió: «Doscientas monedas de plata no alcanzarían para dar a cada uno un pedazo.» (Evangelio según San Juan 6, 7)