Löydetty 33 Tulokset: Quemó

  • las pusieron sobre el pecho de las víctimas, y él las quemó sobre el altar. (Levítico 9, 20)

  • Gedeón lo hizo así. En ese momento el Angel de Yavé extendió el bastón que tenía en la mano y tocó la carne y los panes. De repente una llamarada salió de la roca. El fuego quemó la carne y los panes y el Angel de Yavé desapareció. (Jueces 6, 21)

  • Después levantó el altar a Yavé, puso encima los bueyes, los quemó totalmente y ofreció otros sacrificios. Entonces Yavé se compadeció del país y se acabó la peste en Israel. (2 Samuel 24, 25)

  • Asá derribó este altar y lo quemó en el torrente de Cedrón. No hizo desaparecer los altares de los santuarios de lomas, pero su corazón estuvo siempre del todo con Yavé. (1 Reyes 15, 14)

  • Estaba también el santuario de Betel, con el altar que Jeroboam, rey de Israel, había hecho. En este lugar el pueblo de Israel había mantenido un culto prohibido por Yavé. El rey lo derribó. Incendió el santuario y quemó el tronco sagrado. (2 Reyes 23, 15)

  • Mirando por todos lados, Josías divisó tumbas en el cerro; ordenó sacar los huesos y los quemó en el altar. Así se cumplió la palabra de Yavé, que un hombre de Dios había proclamado cuando Jeroboam estaba junto al altar durante una fiesta. (2 Reyes 23, 16)

  • Degolló sobre los altares a todos los sacerdotes de los santuarios de las lomas que se encontraban allí, y quemó sobre los altares huesos humanos. Luego se volvió a Jerusalén. (2 Reyes 23, 20)

  • El rey Asá llegó a quitar a Maacá, su madre, el título de Gran Dama, porque había hecho un Horror para Aserá. Asá destruyó este Horror, lo hizo pedazos y lo quemó en el torrente Cedrón. (2 Crónicas 15, 16)

  • y al cabo de un tiempo, al fin del segundo año, se le salieron las entrañas y murió en medio de terribles dolores. El pueblo no quemó perfumes por él, como lo había hecho por su padre. (2 Crónicas 21, 19)

  • Después de que regresó Amasías de su victoria sobre los edomitas, introdujo los dioses del pueblo de Seir, y los escogió para que fueran dioses suyos y postrándose ante ellos les quemó incienso. (2 Crónicas 25, 14)

  • Además quemó incienso en el valle de Ben-Hinom y sacrificó sus hijos por el fuego, imitando las costumbres abominables de los paganos a los que Yavé quitó el país para dárselo a Israel. (2 Crónicas 28, 3)

  • Quemó los huesos de sus sacerdotes sobre sus altares y purificó a Judá y Jerusalén. (2 Crónicas 34, 5)


“Devemos odiar os nossos pecados, visto que o amor ao Senhor significa paz”. São Padre Pio de Pietrelcina