Löydetty 45 Tulokset: Raquel
Respondieron Raquel y Lía: «¿Acaso tenemos que ver algo todavía con la casa de nuestro padre, o somos aún sus herederas? (Génesis 31, 14)
Aprovechando que Labán había salido a esquilar su rebaño, Raquel robó los ídolos familiares que su padre tenía en casa. (Génesis 31, 19)
Pero eso sí, al que descubras que tiene en su poder tus dioses, ése morirá. En presencia de nuestros hermanos, revisa todo lo que yo tengo, y si reconoces algo tuyo, llévatelo.» Pero Jacob ignoraba que Raquel había robado los ídolos. (Génesis 31, 32)
Entró Labán en la tienda de Jacob, después en la de Lía y en las de las dos criadas, pero no encontró nada. A continuación entró en la tienda de Raquel, (Génesis 31, 33)
pero Raquel había tomado los ídolos familiares y colocándolos debajo de la montura del camello se sentó encima mientras Labán registraba toda su tienda y no encontraba nada. (Génesis 31, 34)
En cierto momento, Jacob vio algo: era Esaú que se acercaba con los cuatrocientos hombres. Distribuyó entonces a los hijos entre Lía, Raquel y las dos siervas. (Génesis 33, 1)
Situó a las dos siervas con sus hijos por delante; detrás colocó a Lía con sus hijos, después a Raquel y a José. (Génesis 33, 2)
se acercó también Lía con sus hijos, y se postraron; por último se acercaron José y Raquel y se postraron. (Génesis 33, 7)
Partieron de Betel, y faltando ya poco para llegar a Efratá, Raquel dio a luz. Tuvo un parto muy difícil, (Génesis 35, 16)
Así es como murió Raquel y fue sepultada en el camino de Efratá (que es Belén). (Génesis 35, 19)
Jacob puso una piedra de pie sobre su tumba, es la Piedra de la Tumba de Raquel que se ve hoy todavía. (Génesis 35, 20)
Hijos de Raquel: José y Benjamín. (Génesis 35, 24)