Löydetty 155 Tulokset: Salir
y Finjás, hijo de Eleazar, hijo de Aarón, estaba entonces a su servicio. Preguntaron: «¿He de salir otra vez a combatir a los hijos de mi hermano Benjamín o no?» Yavé respondió: «Suban mañana, los entregaré en sus manos.» (Jueces 20, 28)
La gente de Israel se había puesto de acuerdo con los emboscados en que éstos harían salir de la ciudad muchas señales de humo. (Jueces 20, 38)
Entonces decidió salir de Moab en compañía de sus nueras, (Rut 1, 6)
Saúl, al ver a David salir al encuentro del filisteo, preguntó a Abner, jefe del ejército: «Abner, ¿de quién es hijo ese joven?» Y Abner respondió: (1 Samuel 17, 55)
Con esto contuvo a sus hombres y no les permitió lanzarse sobre Saúl. Saúl se levantó para salir de la caverna y prosiguió su camino. (1 Samuel 24, 8)
En cuanto a sus habitantes, los hizo salir de la ciudad, los puso a manejar la sierra, las rastras y las hachas de hierro y los hizo trabajar en la fabricación de ladrillos; lo mismo hizo con todas las ciudades de los amonitas. Y luego Da vid y todo su ejército volvieron a Jerusalén. (2 Samuel 12, 31)
El rey volvió y llegó al río Jordán. Los de Judá habían llegado hasta Guilgal,para salir y encontrar al rey, y ayudarlo a pasar el Jordán. (2 Samuel 19, 16)
Entonces los malvados se pusieron delante de él y lo acusaron diciendo: «Nabot ha maldecido a Dios y al rey.» Lo hicieron salir de la ciudad y lo mataron a pedradas. (1 Reyes 21, 13)
Luego llamó a su marido diciéndole: «Mándame una burra y uno de los muchachos. Voy a salir donde el hombre de Dios y vuelvo.» (2 Reyes 4, 22)
Al día siguiente, el muchacho del hombre de Dios se levantó temprano para salir, y vio a los arameos que rodeaban la ciudad, con sus carros y caballos. Entonces dijo a Eliseo: «Ay, mi señor, ¿qué vamos a hacer?» (2 Reyes 6, 15)
Allí buscarás a Jehú, hijo de Josafat, hijo de Nimsí; lo harás salir del grupo de sus compañeros y lo llevarás a una pieza aparte. (2 Reyes 9, 2)
Joram se había retirado a Jezrael para mejorar de sus heridas recibidas en el combate. Jehú dijo: «Si les parece, no dejen salir a nadie de la ciudad, no sea que vaya a avisar al rey en Jezrael.» (2 Reyes 9, 15)