Löydetty 396 Tulokset: Tesoro del Templo

  • Escucha la voz de mi plegaria cuando a ti grito y elevo mis manos hacia tu Templo santo. (Salmos 28, 2)

  • Voz del Señor: ¡ha doblegado encinas y ha arrancado la corteza de los bosques! En su templo resuena una sola voz: ¡Gloria! (Salmos 29, 9)

  • Oh Dios, recordamos tus favores en los patios de tu Templo; (Salmos 48, 10)

  • Feliz tu invitado, tu elegido para hospedarse en tus atrios. Sácianos con los bienes de tu casa, con las cosas sagradas de tu Templo. (Salmos 65, 5)

  • Desde tu templo que domina Jerusalén, donde los reyes te aportan sus ofrendas, (Salmos 68, 30)

  • ríndanle al Señor la gloria de su nombre. Traigan la ofrenda y entren en su templo, (Salmos 96, 8)

  • Tu palabra me llena de gozo como quien encuentra un gran tesoro. (Salmos 119, 162)

  • y me postro ante tu Templo santo. Doy gracias a tu nombre por tu amor y tu verdad, pues tu palabra ha superado a tu renombre. (Salmos 138, 2)

  • ¡Aleluya! Alabad al Señor en su templo, alabadlo en su fuerte firmamento. (Salmos 150, 1)

  • la mesa de los panes ofrecidos, los vasos, las copas, los incensarios de oro, la cortina y las coronas, y arrancó todo el decorado, las molduras de oro que cubrían la entrada del Templo. (1 Macabeos 1, 22)

  • En el año ciento cuarenta y cinco, el día quince del mes de Casleu, Antíoco levantó, sobre el altar del templo, el «abominable ídolo de los invasores». Construyeron también altares a través de todo el país de Judea. (1 Macabeos 1, 54)

  • Los días veinticinco de cada mes ofrecían sus sacrificios en el altar nuevo que habían levantado sobre el altar del Templo. (1 Macabeos 1, 59)


“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina