Löydetty 83 Tulokset: Vestido
Ahora bien, Josué estaba vestido con ropas sucias, mientras permanecía en presencia del ángel de Yavé. (Zacarías 3, 3)
Nadie remienda un vestido viejo con un pedazo de tela nueva, porque el pedazo nuevo tiraría del vestido y la rotura se haría mayor. (Evangelio según San Mateo 9, 16)
Nadie remienda un vestido viejo con un pedazo de género nuevo, porque la tela nueva encoge, tira de la tela vieja, y se hace más grande la rotura. (Evangelio según San Marcos 2, 21)
Se acercaron Jesús y vieron al hombre endemoniado, el que había estado en poder de la Multitud, sentado, vestido y en su sano juicio. Todos se asustaron. (Evangelio según San Marcos 5, 15)
Al entrar en el sepulcro, vieron a un joven sentado al lado derecho, vestido enteramente de blanco, y se asustaron. (Evangelio según San Marcos 16, 5)
Jesús les propuso además esta comparación: «Nadie saca un pedazo de un vestido nuevo para remendar otro viejo. ¿Quién va a romper algo nuevo, para que después el pedazo tomado del nuevo no le venga bien al vestido viejo? (Evangelio según San Lucas 5, 36)
Al que te golpea en una mejilla, preséntale también la otra. Al que te arrebata el manto, entrégale también el vestido. (Evangelio según San Lucas 6, 29)
La gente salió a ver qué había pasado y llegaron a donde estaba Jesús. Encontraron junto a él al hombre del que habían salido los demonios, sentado a sus pies, vestido y en su sano juicio. Todos se asustaron. (Evangelio según San Lucas 8, 35)
Les dijo: «No lleven nada para el camino: ni bolsa colgada del bastón, ni pan, ni plata, ni siquiera vestido de repuesto. (Evangelio según San Lucas 9, 3)
Miren que la vida es más que el alimento y el cuerpo más que el vestido. (Evangelio según San Lucas 12, 23)
Y si Dios da tan lindo vestido a la hierba del campo, que hoy está y mañana se echará al fuego, ¿qué no hará por ustedes, gente de poca fe? (Evangelio según San Lucas 12, 28)
Pero el padre dijo a sus servidores: «¡Rápido! Traigan el mejor vestido y pónganselo. Colóquenle un anillo en el dedo y traigan calzado para sus pies. (Evangelio según San Lucas 15, 22)