Löydetty 448 Tulokset: agua viva
Después le colocaron en la cabeza una corona que habían trenzado con espinos y en la mano derecha le pusieron una caña. Doblaban la rodilla ante Jesús y se burlaban de él, diciendo: «¡Viva el rey de los judíos!» (Evangelio según San Mateo 27, 29)
Yo los he bautizado con agua, pero él los bautizará en el Espíritu Santo.» (Evangelio según San Marcos 1, 8)
Al momento de salir del agua, Jesús vio los Cielos abiertos: el Espíritu bajaba sobre él como lo hace la paloma, (Evangelio según San Marcos 1, 10)
De pronto se levantó un gran temporal y las olas se estrellaban contra la barca, que se iba llenando de agua. (Evangelio según San Marcos 4, 37)
Entonces los espíritus malos salieron del hombre y entraron en los cerdos; en un instante las piaras se arrojaron al agua desde lo alto del acantilado y todos los cerdos se ahogaron en el lago. (Evangelio según San Marcos 5, 13)
Le contestó: «Desde niño. Y muchas veces el espíritu lo lanza al fuego y al agua para matarlo. Por eso, si puedes hacer algo, ten compasión de nosotros y ayúdanos.» (Evangelio según San Marcos 9, 22)
«Y cualquiera que les dé de beber un vaso de agua porque son de Cristo, yo les aseguro que no quedará sin recompensa.» (Evangelio según San Marcos 9, 41)
Entonces Jesús mandó a dos de sus discípulos y les dijo: «Vayan a la ciudad, y les saldrá al encuentro un hombre que lleva un cántaro de agua. Síganlo (Evangelio según San Marcos 14, 13)
Después comenzaron a saludarlo: «¡Viva el rey de los judíos!» (Evangelio según San Marcos 15, 18)
por lo que Juan hizo a todos esta declaración: «Yo les bautizo con agua, pero está para llegar uno con más poder que yo, y yo no soy digno de desatar las correas de su sandalia. El los bautizará con el Espíritu Santo y el fuego. (Evangelio según San Lucas 3, 16)
Y volviéndose hacia la mujer, dijo a Simón: «¿Ves a esta mujer? Cuando entré en tu casa, no me ofreciste agua para los pies, mientras que ella me ha lavado los pies con sus lágrimas y me los ha secado con sus cabellos. (Evangelio según San Lucas 7, 44)
Mientras navegaban, Jesús se durmió. De repente se desencadenó una tempestad sobre el lago y la barca se fue llenando de agua, a tal punto que peligraban. (Evangelio según San Lucas 8, 23)