Löydetty 477 Tulokset: altar del holocausto

  • Los hijos de Aarón quemarán todo esto en el altar encima del holocausto que está sobre la leña puesta al fuego. Será un sacrificio por el fuego de calmante olor para Yavé. (Levítico 3, 5)

  • pondrá su mano sobre la cabeza de su víctima, y luego la degollará a la entrada de la Tienda de las Citas. Los hijos de Aarón derramarán su sangre en el altar y en su derredor. (Levítico 3, 8)

  • El sacerdote quemará todo esto sobre el altar como sacrificio para Yavé. (Levítico 3, 11)

  • impondrá la mano sobre su cabeza y la sacrificará ante la Tienda de las Citas; los hijos de Aarón derramarán su sangre en el altar y alrededor. (Levítico 3, 13)

  • El sacerdote quemará todo esto en el altar, como alimento pasado por el fuego, de calmante olor para Yavé. (Levítico 3, 16)

  • El sacerdote teñirá con la sangre los cuernos del altar del incienso aromático para Yavé que está en la Tienda de las Citas, y vaciará el resto de la sangre al pie del altar de los holocaustos, a la entrada de la Tienda de las Citas. (Levítico 4, 7)

  • Hará como se hace en los sacrificios de comunión: lo quemará sobre el altar de los holocaustos. (Levítico 4, 10)

  • Teñirá también con sangre los cuernos del altar que está ante Yavé en la Tienda de las Citas, y derramará la sangre restante al pie del altar de los sacrificios que está a la entrada de la Tienda de las Citas. (Levítico 4, 18)

  • Luego quitará toda la grasa y la quemará sobre el altar, (Levítico 4, 19)

  • le pondrá su mano sobre la cabeza y lo degollará en el lugar donde se sacrifica el holocausto en presencia de Yavé. (Levítico 4, 24)

  • Es un sacrificio por el pecado. El sacerdote mojará su dedo en la sangre de la víctima y derramará la sangre al pie de este altar. (Levítico 4, 25)

  • El sacerdote mojará su dedo en la sangre, teñirá con ella los cuernos del altar de los holocaustos, y derramará el resto junto a su base. (Levítico 4, 30)


“Imitemos o coração de Jesus, especialmente na dor, e assim nos conformaremos cada vez mais e mais com este coração divino para que, um dia, lá em cima no Céu, também nós possamos glorificar o Pai celeste ao lado daquele que tanto sofreu”. São Padre Pio de Pietrelcina