Löydetty 306 Tulokset: animal muerto encontrado

  • Será que reparten el botín encontrado: una cautiva, dos cautivas para cada guerrero; paños de color para Sísara como botín, paños de color dos veces recamados para bufanda. (Jueces 5, 30)

  • Zebaj y Salmuná estaban en Carcor con su ejército, unos quince mil hombres, todos los que habían quedado de los hijos de Oriente. ¡Los que habían muerto eran ciento veinte mil guerreros! (Jueces 8, 10)

  • Cuando la gente de Israel vio que Abimelec había muerto, se volvió cada uno a su lugar. (Jueces 9, 55)

  • Y el mensajero respondió: «Israel huyó delante de los filisteos. El pueblo ha sufrido una gran derrota, también han muerto tus hijos Jofni y Finjas y el Arca de Dios ha sido capturada.» (1 Samuel 4, 17)

  • Su nuera, la mujer de Finjas, estaba embarazada y por dar a luz. Cuando supo que el Arca de Dios había sido capturada y que su suegro y su marido habían muerto, sufrió un alumbramiento prematuro. (1 Samuel 4, 19)

  • David, entonces, corrió y se puso de pie encima de su cuerpo, tomó su espada y lo remató cortándole la cabeza. Los filisteos, al ver muerto a su campeón, huyeron. (1 Samuel 17, 50)

  • Cuando David volvió, después de haber muerto al filisteo, Abner lo tomó y lo llevó ante Saúl con la cabeza del filisteo en la mano. (1 Samuel 17, 57)

  • Si estoy vivo todavía, entonces guárdame tu amistad en nombre de Yavé; si estoy muerto, (1 Samuel 20, 14)

  • ¿A quién persigues? ¿A un perro muerto o a una pulga? (1 Samuel 24, 14)

  • Al saber David que Nabal había muerto, exclamó: «¡Bendito sea Yavé, que me ha hecho justicia por la injuria que yo recibí de Nabal! Me ha impedido hacer el mal y ha hecho recaer la maldad de Nabal sobre su cabeza.»David envió mensajeros para proponer matrimonio a Abigaíl. (1 Samuel 25, 39)

  • Samuel había muerto y todo Israel lo había llorado. Fue sepultado en Ramá, su ciudad. (1 Samuel 28, 3)

  • Viendo que Saúl había muerto, su escudero se arrojó también sobre su espada, y murió junto a él. (1 Samuel 31, 5)


“Sejam como pequenas abelhas espirituais, que levam para sua colméia apenas mel e cera. Que, por meio de sua conversa, sua casa seja repleta de docilidade, paz, concórdia, humildade e piedade!” São Padre Pio de Pietrelcina