Löydetty 77 Tulokset: carnero

  • Los que tenían púrpura violeta y escarlata y carmesí, lino fino, pelo de cabra, pieles de carnero teñidas de rojo y cueros finos, lo traían también. (Exodo 35, 23)

  • Hicieron también a la Morada otra cubierta de pieles de carnero, teñidas de rojo, y sobre ésta otra cubierta de cueros finos. (Exodo 36, 19)

  • el toldo de pieles de carnero teñidas de rojo, el toldo de cueros finos y el velo protector; (Exodo 39, 34)

  • «Si alguno ha pecado por error, al no dar todo lo que debía consagrar a Yavé, ofrecerá por su pecado un carnero sin defecto, una res de ganado menor que tú apreciarás según lo que vale en siclos de plata, según el peso del santuario. (Levítico 5, 15)

  • Este hombre devolverá lo que no dio para el santuario y lo dará al sacerdote, agregando una quinta parte. El sacerdote hará la expiación por él, ofreciendo el carnero por el pecado, y quedará perdonado. (Levítico 5, 16)

  • Si lo juzgas conveniente, traerá al sacerdote un carnero sin defecto, una res de ganado menor. El sacerdote hará la expiación por él, pues lo hizo sin advertencia, y quedará perdonado. (Levítico 5, 18)

  • Si lo juzgas conveniente, traerá a Yavé su sacrificio por el pecado: un carnero sin defecto, una res de ganado menor, y lo dará al sacerdote. (Levítico 5, 25)

  • Hizo que acercaran el carnero del holocausto, y Aarón y sus hijos le pusieron las manos sobre la cabeza. (Levítico 8, 18)

  • El carnero fue partido en trozos y Moisés quemó la cabeza, los trozos y las entrañas. (Levítico 8, 20)

  • Despuès de lavar en agua las entrañas y las patas, y Moisés quemó todo el carnero en el altar, como holocausto de calmante olor, sacrificio por el fuego para Yavé -como Yavé había mandado a Moisés. (Levítico 8, 21)

  • Hizo luego traer el segundo carnero, el carnero para la consagración, y Aarón y sus hijos impusieron las manos sobre su cabeza. (Levítico 8, 22)

  • Moisés tomó entonces el pecho y lo meció como ofrenda mecida ante Yavé; esta porción del carnero de la consagración fue la parte de Moisés, como Yavé se lo había mandado. (Levítico 8, 29)


“O Senhor se comunica conosco à medida que nos libertamos do nosso apego aos sentidos, que sacrificamos nossa vontade própria e que edificamos nossa vida na humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina