Löydetty 501 Tulokset: cielo
En el camino, oh rey, a eso del mediodía, vi una luz que venía del cielo, más resplandeciente que el sol, que nos deslumbró a mí y a los que me acompañaban. (Hecho de los Apóstoles 26, 13)
Desde el cielo nos amenaza la indignación de Dios por todas las maldades e injusticias de aquellos que sofocan la verdad con el mal. (Carta a los Romanos 1, 18)
ya sean del cielo o de los abismos, ni ninguna otra criatura podrán apartarnos del amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús, nuestro Señor. (Carta a los Romanos 8, 39)
Pero hay otra justicia que es fruto de la fe, y dice así: No digas en tu corazón: ¿quién subirá al cielo? (era una manera de decir que Cristo bajaría de allí). (Carta a los Romanos 10, 6)
Ciertamente la gente habla de dioses en el cielo o en la tierra, y en ese sentido hay muchos dioses y señores. (1º Carta a los Corintios 8, 5)
El primer hombre, sacado de la tierra, es terrenal; el segundo viene del cielo. (1º Carta a los Corintios 15, 47)
Los de esta tierra son como el hombre terrenal, pero los que alcanzan el cielo son como el hombre del cielo. (1º Carta a los Corintios 15, 48)
Sé de un cierto creyente, el cual hace catorce años fue arrebatado hasta el tercer cielo. Si fue con el cuerpo o fuera del cuerpo, eso no lo sé, lo sabe Dios. (2º Carta a los Corintios 12, 2)
Pero aunque nosotros mismos o un ángel del cielo vienese a evangelizarlos en forma diversa a como lo hemos hecho nosotros, yo les digo: ¡Fuera con él! (Carta a los Gálatas 1, 8)
¡Bendito sea Dios, Padre de Cristo Jesús nuestro Señor,que nos ha bendecido en el cielo, en Cristo,con toda clase de bendiciones espirituales! (Carta a los Efesios 1, 3)
Con ellos eguían la corriente de este mundo y al soberano que reina entre el cielo y la tierra, el espíritu que ahora está actuando en los corazones rebeldes. (Carta a los Efesios 2, 2)
Y ustedes, patrones, actúen con sus siervos de la misma manera y dejen a un lado las amenazas; tengan presente que ellos y ustedes tienen en el cielo un mismo Señor, y que ése no hace distinción de personas. (Carta a los Efesios 6, 9)