Löydetty 353 Tulokset: dedicación del templo
¿Por qué no me detuvieron cuando día tras día estaba entre ustedes en el Templo? Pero ahora reinan las tinieblas, y es la hora de ustedes.» (Evangelio según San Lucas 22, 53)
En ese momento la cortina del Templo se rasgó por la mitad, (Evangelio según San Lucas 23, 45)
y continuamente estaban en el Templo alabando a Dios. (Evangelio según San Lucas 24, 53)
Encontró en el Templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas, sentados detrás de sus mesas. (Evangelio según San Juan 2, 14)
Hizo un látigo con cuerdas y los echó a todos fuera del Templo junto con las ovejas y bueyes; derribó las mesas de los cambistas y desparramó el dinero por el suelo. (Evangelio según San Juan 2, 15)
Jesús respondió: «Destruyan este templo y yo lo reedificaré en tres días.» (Evangelio según San Juan 2, 19)
Ellos contestaron: «Han demorado ya cuarenta y seis años en la construcción de este templo, y ¿tú piensas reconstruirlo en tres días?» (Evangelio según San Juan 2, 20)
En realidad, Jesús hablaba de ese Templo que es su cuerpo. (Evangelio según San Juan 2, 21)
Más tarde Jesús se encontró con él en el Templo y le dijo: «Ahora estás sano, pero no vuelvas a pecar, no sea que te suceda algo peor.» (Evangelio según San Juan 5, 14)
Hacia la mitad de la semana de la fiesta, Jesús subió al Templo y se puso a enseñar. (Evangelio según San Juan 7, 14)
Entonces Jesús dijo en voz muy alta mientras enseñaba en el Templo: «Ustedes dicen que me conocen. Ustedes saben de dónde vengo. Sepan que yo no he venido por mi propia cuenta: quien me envía es el Verdadero, y ustedes no lo conocen. (Evangelio según San Juan 7, 28)
Los fariseos se enteraron de los comentarios que hacía la gente sobre Jesús y, de acuerdo con los jefes de los sacerdotes, enviaron guardias del Templo para detenerlo. (Evangelio según San Juan 7, 32)