Löydetty 83 Tulokset: fariseos

  • Juan vio que un grupo de fariseos y de saduceos habían venido donde él bautizaba, y les dijo: «Raza de víboras, ¿cómo van a pensar que escaparán del castigo que se les viene encima? (Evangelio según San Mateo 3, 7)

  • Yo se lo digo: si no hay en ustedes algo mucho más perfecto que lo de los Fariseos, o de los maestros de la Ley, ustedes no pueden entrar en el Reino de los Cielos. (Evangelio según San Mateo 5, 20)

  • Los fariseos, al ver esto, decían a los discípulos: «¿Cómo es que su Maestro come con cobradores de impuestos y pecadores?» (Evangelio según San Mateo 9, 11)

  • Entonces se le acercaron los discípulos de Juan y le preguntaron: «Nosotros y los fariseos ayunamos en muchas ocasiones, ¿por qué tus discípulos no ayunan?» (Evangelio según San Mateo 9, 14)

  • En cambio, los fariseos comentaban: «Este echa a los demonios con la ayuda del príncipe de los demonios.» (Evangelio según San Mateo 9, 34)

  • Al advertirlo unos fariseos, dijeron a Jesús: «Tus discípulos están haciendo lo que está prohibido hacer en día sábado.» (Evangelio según San Mateo 12, 2)

  • Al salir, los fariseos planearon la manera de acabar con él. (Evangelio según San Mateo 12, 14)

  • Lo oyeron los fariseos y respondieron: «¡Este expulsa los demonios por obra de Beelzebú, príncipe de los demonios!» (Evangelio según San Mateo 12, 24)

  • Entonces algunos maestros de la Ley y fariseos le dijeron: «Maestro, queremos verte hacer un milagro.» (Evangelio según San Mateo 12, 38)

  • Unos fariseos y maestros de la Ley habían venido de Jerusalén. Se acercaron a Jesús (Evangelio según San Mateo 15, 1)

  • Poco después los discípulos se acercaron y le dijeron: «¿Sabes que los fariseos se han escandalizado de tu declaración?» (Evangelio según San Mateo 15, 12)

  • Los fariseos y los saduceos se acercaron a Jesús. Querían ponerlo en apuros, y le pidieron una señal milagrosa que viniera del Cielo. (Evangelio según San Mateo 16, 1)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina