Löydetty 1870 Tulokset: hijo de la promesa

  • Entonces pidieron un rey, y Dios les dio a Saúl, hijo de Cis, de la tribu de Benjamín, que reinó cuarenta años. (Hecho de los Apóstoles 13, 21)

  • Pero después Dios lo rechazó y les dio a David, de quien dio este testimonio: Encontré a David, hijo de Jesé, un hombre a mi gusto, que llevará a cabo mis planes. (Hecho de los Apóstoles 13, 22)

  • Ahora bien, Dios ha cumplido su promesa: ha hecho surgir de la familia de David un salvador para Israel, ese es Jesús. (Hecho de los Apóstoles 13, 23)

  • Nosotros mismos les traemos ahora la promesa que Dios hizo a nuestros padres, (Hecho de los Apóstoles 13, 32)

  • y que cumplió para nosotros, sus hijos, al resucitar a Jesús, como está escrito en el Salmo: Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy. (Hecho de los Apóstoles 13, 33)

  • Sepan, pues, hermanos, cuál es la promesa: por su intermedio ustedes recibirán el perdón de los pecados y de todas esas cosas de las cuales buscaron en vano ser liberados por la Ley de Moisés. (Hecho de los Apóstoles 13, 38)

  • Pablo se dirigió a Derbe, y después a Listra. Había allí un discípulo llamado Timoteo, hijo de una mujer judía que había abrazado la fe, y de padre griego; (Hecho de los Apóstoles 16, 1)

  • Al marcharse de Asia, se fueron también con él: Sópatros, hijo de Pirro, de Berea; Aristarco y Segundo, de Tesalónica; Gayo, de Derbe, y Timoteo; Tíquico y Trófimo, de Asia. (Hecho de los Apóstoles 20, 4)

  • Pablo sabía que una parte de ellos eran saduceos y la otra fariseos. Así que declaró en medio del Sanedrín: «Hermanos, yo soy fariseo e hijo de fariseos. Y ahora me están juzgando a causa de nuestra esperanza, a causa de la resurrección de los muertos.» (Hecho de los Apóstoles 23, 6)

  • Pero el sobrino de Pablo, hijo de su hermana, se enteró de esta emboscada y fue a la fortaleza a informarle. (Hecho de los Apóstoles 23, 16)

  • Y si ahora soy aquí procesado, es por esperar la promesa hecha por Dios a nuestros padres; (Hecho de los Apóstoles 26, 6)

  • de hecho, el culto perpetuo que nuestras doce tribus rinden a Dios noche y día no tiene otro propósito que el de alcanzar esta promesa. Por esta esperanza, oh rey, me acusan los judíos. (Hecho de los Apóstoles 26, 7)


O maldito “eu” o mantém apegado à Terra e o impede de voar para Jesus. São Padre Pio de Pietrelcina