Löydetty 105 Tulokset: impuro
aunque sea de su padre o madre, de su hermano o hermana; en pocas palabras, si a ésos les toca morir, no se hará impuro por cuanto tiene en su cabeza la consagración a su Dios. (Números 6, 7)
«Di a los hijos de Israel: Si uno de ustedes o de los descendientes de ustedes está impuro por haber tocado un cadáver, o está de viaje en tierra lejana, esto no le impedirá que celebre la Pascua de Yavé. (Números 9, 10)
Te pertenecerá el primogénito de cualquier ser viviente, sea de hombre o de animal, ofrecido a Yavé. Tú harás solamente el rescate del primogénito de hombre, así como del primerizo de un animal impuro. (Números 18, 15)
En seguida el sacerdote lavará sus ropas, se bañará en agua, y regresará al campamento; el sacerdote quedará impuro hasta la tarde. (Números 19, 7)
El que haya quemado la vaca lavará sus ropas en el agua y se bañará, quedará impuro hasta la tarde. (Números 19, 8)
El que haya recogido las cenizas de la vaca lavará sus ropas y quedará impuro hasta la tarde: es una ley perpetua tanto para los israelitas como para el extranjero que vive con ustedes. (Números 19, 10)
El que toque a un muerto, a cualquier cadáver humano, quedará impuro durante siete días. (Números 19, 11)
Se purificará con esa agua el tercero y séptimo día, después de lo cual quedará puro. Pero si no se purifica al tercero y séptimo día, seguirá impuro. (Números 19, 12)
Si alguien toca a un muerto, al cadáver de un hombre que haya muerto, y no se purifica, vuelve impura a la Morada de Yavé. Ese hombre debe ser eliminado de Israel. Mientras no se haya derramado sobre él el agua de purificación está impuro y su impureza sigue sobre él. (Números 19, 13)
Esta es la ley cuando un hombre muera en una tienda: Quienquiera que entre en la tienda quedará impuro durante siete días igual que todo lo que hay en la tienda. (Números 19, 14)
Cualquier tiesto abierto que no tenga una tapa amarrada, quedará impuro. (Números 19, 15)
El que en el campo toque a alguien que haya muerto, o huesos humanos o una tumba, quedará impuro durante siete días. (Números 19, 16)