Löydetty 323 Tulokset: justicia

  • El pueblo comprobó la fidelidad de Simón y que solamente pretendía engrandecer a su nación. Lo nombró su jefe y Sumo Sacerdote precisamente por los servicios prestados, por la justicia y fidelidad que demostró a su nación y por haber buscado por todos los medios la promoción de su pueblo. (1 Macabeos 14, 35)

  • Por esto, Menelao, a solas con Andrónico, lo incitaba a que acabara con Onías. Andrónico fue donde Onías y se ganó con engaño su confianza, estrechando su mano y dándole la mano con juramento; persuadió a Onías, aunque a éste no le faltaban sospechas, a salir de su refugio, e inmediatamente le dio muerte, sin respeto alguno de la justicia. (2 Macabeos 4, 34)

  • Cuando el rey volvió de las regiones de Celesiria, los judíos de Jerusalén, junto con los griegos que eran partidarios de la justicia, fueron a verlo para quejarse por el asesinato de Onías. (2 Macabeos 4, 36)

  • Entonces los cobardes y los que no tenían confianza en la justicia divina se dieron a la fuga. (2 Macabeos 8, 13)

  • Pues bien, Tolomeo, llamado Macrón, fue el primero en hacerles justicia a los judíos, y, conmovido por las injusticias que con ellos se cometían, trató de solucionarles satisfactoriamente todos sus problemas. (2 Macabeos 10, 12)

  • Por mí reinan los reyes y sus ministros deciden con justicia. (Proverbios 8, 15)

  • Voy por un camino de rectitud, de donde salen a todas partes senderos de justicia; (Proverbios 8, 20)

  • Los hombres buenos se salvan debido a su justicia, pero los impíos son presa de su propia ambición. (Proverbios 11, 6)

  • El campo que trabaja el pobre lo alimenta, mientras otros perecen por falta de justicia. (Proverbios 13, 23)

  • Una nación crece por la justicia; el pecado es la vergüenza de los pueblos. (Proverbios 14, 34)

  • Los reyes detestan hacer el mal: saben que su trono se basa en la justicia. (Proverbios 16, 12)

  • El que manda con justicia es apreciado por el rey; él ama a los hombres rectos. (Proverbios 16, 13)


“Para mim, Deus está sempre fixo na minha mente e estampado no meu coração.” São Padre Pio de Pietrelcina