Löydetty 214 Tulokset: llanura de Moab

  • como un buey que baja a la llanura? El Espíritu de Yavé los llevaba a descansar. Así fuiste guiando a tu pueblo, y con esto te hiciste famoso. (Isaías 63, 14)

  • a Egipto, Judá, Edom, los hijos de Ammón, Moab, y a todos los árabes que se afeitan las sienes y que viven en el desierto. Pues todos estos pueblos no son circuncidados, y la gente de Israel no ha circuncidado su corazón. (Jeremías 9, 25)

  • ¡Aquí me tienes, tú que dominas el valle, como peñon en la llanura! dice Yavé. Tú decías: «¿Quién nos asaltará y penetrará en nuestros refugios?» (Jeremías 21, 13)

  • a Edom, a Moab, a los hijos de Ammón; (Jeremías 25, 21)

  • pues tienes que entregar un mensaje al rey de Edom, al rey de Moab, al rey de los amonitas, al rey de Tiro y al rey de Sidón, por medio de sus embajadores que acaban de llegar a Jerusalén para entrevistarse con Sedecías, rey de Judá. (Jeremías 27, 3)

  • De nuevo se comprarán campos y se firmarán contratos con sellos y con testigos, tanto en las tierras de Benjamín y en los alrededores de Jerusalén como en las ciudades de Judá, de la llanura, de los cerros y del sur. Pues yo haré volver a sus cautivos.» Palabra de Yavé. (Jeremías 32, 44)

  • Igualmente, los judíos que estaban en Moab, entre los amonitas, en Edom y en todos los otros países, supieron que el rey de Babilonia había dejado una parte de la población de Judá y que había puesto al frente de ellos a Godolías, hijo de Ajigam, nieto de Safán. (Jeremías 40, 11)

  • Contra Moab. Así habla Yavé de los Ejércitos, el Dios de Israel: Pobre de Nebo, que ha sido saqueada, Quiriatayim ha sido tomada, la confusión y el miedo reinan en la ciudadela: (Jeremías 48, 1)

  • ya no es más ella la gloria de Moab. En Jesebón han planeado su ruina: «Vamos y borrémosla de entre las naciones.» También tú, Madmén, vas a caer, ya la espada te está cercando. (Jeremías 48, 2)

  • Escuchen los gritos que se sienten desde Abarim: «¡Calamidad! ¡Desastre total! ¡Moab ha sido arrasada!» (Jeremías 48, 3)

  • Entierren a Moab, porque ha sido totalmente destruido; sus ciudades quedarán hechas un desierto,y no habrá quien habite en ellas. (Jeremías 48, 9)

  • Tranquilo ha vivido Moab desde su juventud, reposaba como un vino que nunca ha sido cambiado de tonel. Nunca había marchado al exilio, por eso había conservado su gusto y su sabor no se había picado. (Jeremías 48, 11)


“O amor tudo esquece, tudo perdoa, sem reservas.” São Padre Pio de Pietrelcina